Vuelven los dragones, vuelve Poniente a la pantalla. Algo menos de dos años después del final de la primera temporada de La Casa del Dragón, retorna el Mundo de hielo y fuego a nuestras pantallas para narrarnos la Danza de los Dragones. Con esta segunda temporada de la serie, el objetivo es claro: subir el nivel a través de un drama que va a volver a rompernos el corazón. Vamos con ello.

Una primera temporada de reencuentro

La primera temporada de La Casa del Dragón fue un éxito, sin duda. Quizás más de lo que esperaba la propia HBO, que pergreñaba planes B si una historia sin personajes conocidos ni apenas Starks o Lannisters no convencía al público, como la serie secuela sobre Jon Nieve. La respuesta al final era la previsible: la mejor historia es la que sigue la escrita en los libros obra de George R.R. Martin. 

Pero siendo esa primera temporada un éxito, no se pueden lanzar las campanas al vuelo. Las audiencias fueron buenas, estaban en torno a las de la sexta o séptima temporada de la adaptación de Canción de hielo y fuego; pero lejos de las del final de la serie original. El impacto mediático ha sido mucho menor. Pero es que es normal: Juego de Tronos fue la reina de las series y nada se ha acercado a ese dominio…y quizás ninguna otra producción lo vuelva a lugar en plena era de streaming wars.

Sin ir más lejos, este mismo mes de junio los dragones y Max tienen enfrente a la última producción de la saga geek más famosa del mundo, Star Wars a través de The Acolyte; y otra serie profunda, adaptación de una obra de género, con grandes personajes y subversión de expectativas, la genial The Boys de Prime Video, que bebe del excelente cómic homónimo de Garth Ennis. Poniente debe reinar, aunque tiene alternativas.

Pero algo similar le sucedió en la primera temporada, y lo logró con creces. Se emitía, al mismo tiempo que descubríamos la historia de Rhaenyra, Alicent y compañía, una serie sobre el aún entonces poderoso universo Marvel, She-Hulk; y quizás mejor producción sobre Star Wars en décadas, la absolutamente sobresaliente Andor.

Pero el mayor reto sin duda era la serie más cara de la historia, adaptación teórica de la única saga de fantasía épica más grande que Canción que hielo y fuego: Los Anillos de Poder. Y entre anillos y dragones, triunfaron los dragones.

La Casa del Dragón obtuvo un Globo de Oro a mejor serie dramática, un premio que nunca había conseguido Juego de Tronos; pero en los Emmys apenas se llevó una estatuilla, con flagramente omisión de reconomiento por ejemplo a la labor estelar de Paddy Considine como Viserys I. Pero los galardones no siempre dicen la verdad y seguramente no se haya estrenado una serie mejor que La Casa del Dragón desde la pandemia.

Un estreno inusual para un clímax de vacaciones

Por este éxito de crítica y público, sin llegar a esos niveles tiránicos de Juego de Tronos, Warner Bros tomó una decisión inusual. Y es que mandó estrenar la serie al mes de junio, para tener un clímax final en agosto, un mes atípico con muchísimos espectadores de vacaciones.

Como ya os contamos, la respuesta se debe principlamente a tres motivos, similares a los que hiceron que la penúltima temporada de Juego de Tronos se estrenara también en verano de 2017, aunque en ese caso fue en julio.

  1. Porque esta temporada de La Casa del Dragón está al servicio de Warner Bros, propietaria de HBO que ha priorizado para la ventana de otoño, más atractiva, series nuevas como la de Dune: Profecía y El Pingüino, de franquicias (Dune y nuevo universo de DC) sin el legado del mundo de Juego de Tronos en televisión.
  2. Porque la HBO confía en que los fans van a ver la serie, independientemente de la fecha de estreno, incluso cuando muchos espectadores están de vacaciones fuera de sus hogares, por el éxito de la temporada previa.
  3. Porque esta fecha de lanzamiento ayuda a espaciar los estrenos de otras series sobre Poniente como El Caballero de los Siete Reinos y la propia tercera temporada de La Casa del Dragón.

¿Y qué va a contar esta temporada?

Por las informaciones que tenemos del rodaje, sin desvelar datos confidenciales – tuvimos el honor de ser invitados a la grabación de la serie en Cáceres hace un año – esta temporada de La Casa del Dragón va a ser muy diferente a la primera. En primer lugar, lo más evidente e importante: se va a narrar de forma lineal, sin saltos temporales o flashbacks, sin que cambien actores cada 4 capítulos porque los personajes envejecen. Eso ayudará a una mejor recepción.

Pero para los que hemos leído Fuego y Sangre, el elemento clave aquí es que parece que va a contar muy poco en cantidad de texto la Danza de los Dragones, y apenas un par de páginas de El mundo de hielo y fuego. Arrancando tras la muerte de Lucerys, asumimos que no llegaremos a Rhaenyra triunfante y ni siquiera veremos la decisiva batalla del Gaznate esta temporada.

Eso sí, los hechos narrados nos partirán el corazón. Entre las consecuencias del final de la temporada pasada, Sangre y Queso, CargyllBowl, la Batalla del Reposo del Grajo y lo que se deriva de todo esto, en apenas cuatro episodios van a hacer que este primer mes de La Casa del Dragón sea un auténtico drama. 

Porque sí, esta temporada solo tendrá ocho episodios, por decisión de Warner Bros, y no de los responsables de la serie. No parece la mejor de las noticias, aunque asumimos que eso garantiza que la serie alcance cuatro temporadas, tras confirmarse la renovación por la tercera. 

Ya lo hemos mencionado antes, pero está confirmado que la segunda temporada por fin tendrá una batalla real y épica, como las que nos encandilaron en Juego de Tronos, la de Reposo de Grajo. Será en su cuarto capítulo, y la HBO no se ha cortado en llamarle Danza de Dragones. 

Lo curioso es que según palabras del showrunner de la serie parece que tendremos una segunda batalla. Y esta nos genera más dudas, si no es la del Gaznate o no se refiere a la acción vinculada a las semillas de dragón. Nuestra teoría es que podría recordar al conflicto de los Peldaños de Piedra que vimos en el tercer episodio de la serie, pero con más presupuesto…y siendo inventada.

Lo que parece más probable es que fuera una especie de mezcla o presagio de la Batalla del Gaznate – no debería serlo, pues no está Jacaerys ni Ortigas o Rhaena – y el ataque a Puertoespecia, en Marcaderiva. Ese conflicto serviría para traer de vuelta a Laenor, que quería luchar en los Peldaños de Piedra, y que Bruma pasara a Addam. Pero solo podemos especular de momento.

Conclusiones

En apenas unas horas se estrenará la segunda temporada de La Casa del Dragón. No podemos prometeros lo que veremos durante ella, pero sí os aseguramos que el primer episodio está a la altura de los mejores de Juego de Tronos: lo pudimos ver en la premiere española organizada por Vodafone TV. 

Sí os aseguramos una cosa: Poniente nos volverá a romper el corazón. Cuando una serie tan cuidada, con el nivel técnico de HBO, la dirección de un enamorado de la saga como Ryan Condal y la colaboración constante de George R.R. Martin, narra los hechos de Fuego y Sangre de esta parte de la Danza de los Dragones, podemos certificar el sufrimiento.

Ahora bien, en el fondo, esto refleja una excelente salud. Solo duele lo que realmente se ama. Y tras tanto tiempo, si estáis leyendo estas líneas, solo queda deciros una cosa: perdón si alguna vez en Los Siete Reinos no hemos estado a la altura, pero si seguimos aquí, es por quien lee estas líneas. Nos despedimos así: gracias por acompañarnos en este camino, pues todavía queda mucho por recorrer.