
Hoy 12 de julio se cumplen 7 años de la publicación de la última novela publicada hasta ahora de Canción de hielo y fuego: Danza de Dragones. Es la entrega más controvertida de la saga, la que tiene más fervientes admiradores y detractores. Y también la más analizada por ser la más reciente que George R.R. Martin nos ha ofrecido. Vamos a reflexionar un poco sobre ella.

No es el propósito de este artículo repasar cuáles son los datos, orígenes y cifras de Danza de Dragones. Tampoco recordar qué sucede exactamente en esta novela. Ni siquiera hablar de su historia o por qué está tan ligado a Festín de Cuervos y por qué merece la pena leer ambos a la vez. Sino, simplemente, reflexionar sobre la novela.
Danza de Dragones es una novela sumamente especial por muchos motivos. En primer lugar, porque es la primera entrega que se publica cuando ya había sido estrenado la serie de la HBO, cuando ya existía la juegodetronosmanía, el gran público fuera del mundo friki ya conocía a Starks y Lannisters y Khaleesi no era una marca de helados.
Danza de Dragones es también especial porque era la entrega que más tiempo habían tenido que esperar los que conocían la obra de George R.R. Martin. Aquellos que disfrutaron la saga desde sus orígenes leyeron de forma seguida Juego de Tronos, Choque de Reyes y Tormenta de Espadas. Para Festín de Cuervos tuvieron que esperar sólo 5 años, mientras que la espera por Danza ascendió a 6 mientras George decía desde 2005 que saldría «el año siguiente». Como sabemos, con Vientos de Invierno se ha superado con creces los años de espera.

Danza de Dragones presenta además otra peculiaridad. Y es que los fans de la saga no habían tenido que esperar 5 años, sino 11, para leer nuevos capítulos de quizás los tres mayores protagonistas de la saga, Jon, Dany y Tyrion, así como de otros favoritos como Bran, Davos o el sorprendente retorno de Theon. Sí, George había leído capítulos de algunos en convenciones (como los que conocemos de vientos de Invierno), pero ni mucho menos todos los seguidores de la saga los habían catado.
Danza de Dragones tiene además una edición y estructura peculiar. Tras centrarnos en la primera mitad de la novela en esos personajes olvidados en Festín de Cuervos, así como otros nuevos puntos de vista (Melisandre, Barristan, Quentyn y Jon Connington), a partir de entonces vuelven en forma de uno (Jaime, Cersei y Areo), dos (Arya y Victarion) o tres (solamente Asha) capítulos algunos de los protagonistas que sí habían aparecido en Festín. Tenemos por tanto un récord de puntos de vista, aunque con muy diferentes magnitudes de capítulos.
Por todo esto, porque dejó dos batallas planteadas sin terminar, porque algunos se quejaron de que muchas tramas apenas avanzaban – Dany termina el libro sin haber vuelto a Poniente, los Otros no aparecen, la trama política en el sur a priori ha sufrido pocos cambios o no hay más pistas claras del R+L=J – las críticas cuando apareció Danza fueron feroces. Tanta espera, tantos años sin leer sobre ciertos personajes para acabar con más preguntas que respuestas.

Y sí, antes de alabar a Danza de Dragones, reconozcamos que el libro tiene problemas. Presenta un orientalismo y una visión que a priori puede parecer colonialista de Meereen. Algunos capítulos intermedios de Jon como Lord Comandante son muy lentos. Este Tyrion post-asesinato de Shae y Tywin puede ser difícil de digerir y su trama termina sin cerrarse un arco claro. Y sienta muy mal como lectores no saber qué pasará en las batallas de Hielo y Fuego en Meereen e Invernalia.
Para compensar al menos algunos de esos problemas, podemos al menos recomendaros unos ensayos y un podcast sobre lo que pasará en la batalla de Invernalia. Y también otros ensayos y otro podcast sobre el nudo de Meereen.
Pero el libro presenta una serie de virtudes que lo hacen quizás brillar más que ningún otro de la saga. El primero aunque evidente pasa desapercibido: es el libro con mejor prosa de la saga porque es el libro en que George conoce mejor a sus personajes, sus voces interiores y el mundo presente y pasado de Poniente y Essos. No es igual escribir desde el punto de vista de alguien que lleva en tu cabeza 8 años que 18.

Martin plantea tramas más complejas que nunca que aportan narrativamente y temática a la historia. Desde un arco como el de Theon en que llegamos a sentir empatía y ver la transformación de quien parecía patético a la historia profundísima de un Quentyn en que nos muestra que todas las vidas tienen sentido y merecen ser vividas
Danza también es un estudio sobre el liderazgo y el gobierno en los capítulos de Dany y Jon. Cómo tras el fragor de la batalla que a tantos ilusiona llega la gestión, el mundo real, a veces aburrido pero que es la clave de nuestra vida. Y nos hace reflexionar sobre los fallos que pueden cometer dirigentes como Dany y Jon por ser demasiado rígidos, flexibles o inadaptados.
Vemos también personajes más desarrollados y con más profundidad psicológicos que nunca. No solo nuestros protagonistas que nos han acompañado tantos años han cambiado y madurado, sino que entramos en nuevas mentes realmente impactantes. Nos sentimos dentro de de una fanática (con buenas intenciones) Melisandre, un cansado y veterano Barristan, un torturado Hediondo, un inocente Quentyn o un renacido Jon Connington; además de los sensacionales puntos de vista en prólogo y epílogos del cambiapieles salvajes Varamyr y un actor protagonista político como Kevan Lannister.

Danza de Dragones es una novela en que brillan los temas más profundos de Canción de hielo y fuego. El corazón humano en conflicto consigo mismo se ve cada día de gobierno de Cersei y Jon, las decisiones de Tyrion, Jaime, Arya y Davos, las dudas de Quentyn, Theon, Asha y Victarion…
Y además, vemos lo que hay detrás de la guerra: la gestión del conflicto. Solo hay una guerra que merece lucharse, la guerra contra los Otros que son enemigos de la humanidad. El resto son conflictos por ambiciones egoístas que hacen sufrir a los más inocentes. Cada uno de nuestros protagonistas se ve afectado por este juego de tronos que deja a un lado esta Batalla por el Amanecer para que siga habiendo humanos en Poniente y no espectros siervos de los Caminantes.
El libro está plagado de obras maestras y momentos épicos. El último capítulo de Dany con su elección de Fuego y Sangre, el 2º de Jon en que ejecuta a Janos Slynt, el 3º de Bran con su visión del pasado gracias a Lord Cuervo de Sangre (ahora Cuervo de Tres Ojos), el epílogo en que Varys se quita la careta, el 4º de Davos en que sentimos que El Norte recuerda, el 1º de Hediondo en que Theon vuelve a nosotros, El Grifo redivivo con un Targaryen con su ejército y una Mano que estaba muerta volviendo a Poniente, el 9º de Dany en que monta a Drogon, el último de Jon en que es apuñalado tras abjurar de sus votos por ir a salvar a su hermana…son sencillamente demasiados.
Nos despedimos con un mensaje claro: no se nos ocurren muchos planes mejores para estos meses de verano (invierno en el otro hemisferio) que releer Canción de hielo y fuego. Y si no tenéis tanto tiempo, Festín y Danza a la vez por su complejidad y el valor de su relectura es la mejor opción.














