Como ya hemos hecho las presentaciones de rigor, conversado suficientemente a lo largo de esta semana, y más o menos, saben de qué pie cojeo (verán que los pocos trucos que tengo debajo de la chistera, los he gastado ya, y se me va a ver más el cartón que a Iker Casillas), vamos al tajo: The House of Black and White.
Así se llama el segundo capítulo de esta quinta temporada de Juego de Tronos. Si mañana me llamase la HBO y me propusiese un hueco en el staff de la serie, elegiría sin duda el único para el que me creo capacitado: el de nombrar los capítulos. El especialista nominativo, adjunto de la dirección y compadre de los guionistas en el set de rodaje. Estar una semana imaginando frases lapidarias, o sustantivos sonoros que casen bien con la épica. La Casa de Blanco y Negro queda fetén, no me digan, aunque queda mejor en inglés, esa es la verdad. Y justo es a una casa así a la que llega Arya Stark en los primeros compases del capítulo: al final de una gran laguna veneciana, conducida por el marinero que la recogió en Poniente al final de la cuarta temporada, después de atravesar la bocana del puerto de Braavos y saludar al imponente Titán, trasunto indiscutible del mítico Coloso de Rodas.
La escena está muy bien porque los guionistas juegan con el potencial fotográfico del pasaje. Braavos es una pequeña y riquísima potencia naval que tanto se parece a la Serenísima República de Venecia; de hecho esas imágenes tan mediterráneas durante el recorrido por los muelles le llevan a uno casi a ver la cúpula de San Marcos detrás de los canales.
No se nos ha dicho mucho acerca de Braavos en la serie, hasta ahora: tan sólo que es un país independiente, de banqueros, comerciantes y espadachines, un lugar habitado por una raza mixta de italianos, griegos y turcos, aceitunados y salerosos. Cruza junto al Titán la pequeña Arya, muy seria, y suena de fondo la banda sonora con la que cerró el 4×10, The Children: queda claro quién es la favorita de los amigos guionistas, la niña bonita de la serie. La dejan frente a un edificio cuadrangular con una puerta bicolor: una hoja negra y otra blanca. La joven Stark no tiene miedo, ya se lo ha dicho a su barquero, pero no consigue que la dejen entrar en la extraña Casa y se marcha a vagar por Braavos musitando la canción del degüello con la que recuerda los nombres de todos los enemigos que aún le restan por matar.
En el Valle:
Nos trasladan, de súbito, con su hermana, Sansa. El contraste es evidentísimo, y queda más patente si cabe tras el diálogo entre la princesita Stark, Meñique y Brienne de Tarth: coinciden todos, oh casualidad, en la misma venta junto al camino. El sitio no hizo más que recordarme a la venta misma donde, en la anterior temporada, El Perro y la otra Stark, Arya, pararon al principio e hicieron aquella graciosa degollina que ustedes seguro recordarán.
El caso es que el Sancho Panza de Brienne, Podrick, descubre que junto a ellos almuerzan Meñique y Sansa, a la que buscan. La conversación entre Brienne y la pareja no deja lugar a la duda: Sansa es toda una cortesana, terrible en su delicada perfidia dialéctica, más terrorífica aún en su blanca impenetrabilidad que su hermana Arya en la más feroz de sus poses guerreras. La dualidad se hace por fin física, plástica. Sansa es una cortesana y Arya, un soldado. No queda ya nada de la niña asustadiza e inocente de hace una o dos temporadas, que sin duda habría saltado a los brazos de la gigantesca Brienne en cuanto hizo aparición. En vez de eso, la despacha con frialdad, rechazando su protección y desentendiéndose de la simpleza con la que la guerrera se pone a su servicio: la franca lealtad es un código cada vez menos importante para Sansa, digna aprendiz de Meñique, compendio de todas las refinadas vilezas del mundo.
“La cerveza infunde coraje a algunos hombres”-. “¿Tú lo necesitas?”-. Así remata Sansa el diálogo previo a la irrupción de Brienne. Los coloquios entre estos dos empiezan a retorcerse, y con sibilino disimulo la jovenzuela aguijonea al maestro de intrigas, manejando su misma ambigüedad y dobles sentidos: ésta Stark, como Arya, se prepara también para las guerras que vienen, y lo hace con sus armas. No descarto que acabe dominando a Meñique en la cama, pues tiene toda la pinta; y que éste satisfaga así el deseo de poseer en el cuerpo de la hija a la madre Stark, ay, Lady Gorja Roja.
Me cae estupendamente Arya, por su desenvoltura y porque va de frente, sin el maricomplejineo de su hermano Robb. Pero el techo de crecimiento de Sansa es mayor, y más complejo. Al fin y al cabo, una tiene que forjarse un cuerpo y una mente de supersoldado, y la otra ha de sobrevivir en un nido de víboras. El arco argumental de Sansa va a ser mucho más prolijo.
Siguiendo con Brienne, protagoniza una espectacular escena de combate y huida por los bosques. Siempre me sorprendió la ligereza de sus movimientos, con lo pesada y percherona que parece. No sé muy bien cuál es el rol de esta Quijote y de su Sancho en lo que queda no ya de serie, sino de temporada. Son dos figurantes sin objetivo. Brienne exhorta a su escudero a seguir la pista de Meñique y Sansa, pero, ¿para qué? La paliza verbal que le inflige Meñique, recordando lo caro que pagaron sus dos protegidos anteriores la lealtad “gratuita” (cómo incide en el adjetivo, el muy cabrón) de Brienne, es una somanta muy quijotesca.
Erguida a duras penas sobre su Rocinante, le espeta a Podrick que coja su jamelgo y la siga; el escudero le da un penoso baño de realidad (“Señora, si las dos niñas Stark rechazan su protección, ¿no cree que queda liberada de su juramento?”) pero al final triunfa la vehemencia de la hidalga, que sigue persiguiendo fantasmas.
Dorne, el gran reino del sur:
¡Hallellujah, noticias de Dorne! Por fin nos aborda de súbito el gran reino del sur, con unos planos soberbios de los Reales Alcázares de Sevilla. Tengo especial inclinación por este complejo arquitectónico que han de ver, queridos amigos, aunque sea una vez en sus vidas; aparece la viuda (no sé si éste es el término apropiado) de Oberyn fulminando con la mirada el paseo de la dulce Lannister, Myrcella, y el enamorado príncipe dorniense.
El plano con que se nos introduce la trama es extraordinario: una pulsera en forma de víbora oscura asomando por la muñeca de esta morena huesuda que barrunta en su cara el peligro. Pero yo, no lector, me pregunto: ¿quién es Myrcella y cuándo se arregló lo de su matrimonio en Dorne? Porque con ella viene lo mollar de la temporada, esto es: la misión que Jaime Lannister promete acometer para rescatarla del exótico reino del sur de Poniente, tierra cálida y florida, llena de oro y luz y tan distinta del resto de feos, grises y desagradables reinos vecinos.
Jaime jura frente a Cersei infiltrarse y recuperarla de cualquier posible venganza que en nombre de la muerte de Oberyn los dornienses pudieran cometer sobre ella. Sin embargo, Dorne se los presenta como un territorio exuberante y silencioso donde se gobierna tras los susurros de las fuentes; un lugar regido por un rey tranquilo y mesurado, magnánimo, que no alberga deseos aparentes de vendetta hacia los Lannister aunque sí mucho dolor por la muerte de los hermanos perdidos.
El regente dorniense se va a enfrentar a más de un golpe de estado de la caravinagre, eso se desvela en el mismo diálogo de presentación. “Todo el país iría a la guerra”, le dice la morena, a lo que responde el buen rey: “pues entonces tenemos suerte de que no sea todo el país quien decida”. Esto está muy bien, y no se ha visto tamaña defensa de la democracia representativa en lo que va de serie. Pero el duelo entre estos dos queda en tablas, a modo de prólogo: él, doliente y resignado, está sentado; ella, furibunda y de pie, abandona la estancia. Jugoso diálogo no verbal que avecina tormenta.
Y “el puto Jaime Lannister” a punto de llegar. Para eso visita al carismático Sir Bronn de las Aguasnegras (Blackwater, ejem; mercenario, como los blackwaters yanquis, qué curioso), un tipo al que dejamos retirado en provincias y a punto de casarse con una noble tan rica como falta de luces. Ha logrado por fin la vida licenciosa con la que soñaba cuando sólo era un sicario de mala muerte a sueldo de Tyrion; pero el Matarreyes tiene otros planes para él.
Esta pareja, tan alejada por el linaje, es de las mejores literariamente hablando. Lo tienen todo para conjugar y hacernos pasar grandes momentos en la pantalla: dos soldados sin escrúpulos, uno sin pasado ni futuro y el otro con una misión providencial que cumplir. Su infiltración en Dorne va a ser hollywoodiense a más no poder, de eso tengo pocas dudas, y seguramente nos deparará una derrota dolorosa para el Lannister que le cueste una huida hacia Oriente o algo peor, y una muerte tan honrosa como heroica para Sir Bronn.
Al otro lado del Mar:
En Meereen la cosa avanza algo, con la morosidad narrativa a la que ya estamos acostumbrados en esta subtrama. A Daenerys se le recuerdan los motivos por los que cayó su padre, el Rey Loco. La serie continúa ensimismada en enseñarnos cómo la Madre de Dragones desbroza su camino hacia el buen gobierno, y esto me parece de una importancia tremenda, pues nos señala, para mí al menos, quién es la elegida por los creadores de esta historia (de la serie, al menos) para gobernar Poniente: mientras de los demás linajes y personajes sólo vemos sus historias de venganza, sus combates por la supervivencia, cómo matan y cómo mueren, de ella vemos, sobre todo, sus contradicciones con la justicia; cómo va descubriendo progresivamente los peligros de la tiranía y los riesgos del gobierno democrático al que su naturaleza bondadosa la inclina. ¿No es la manera en que tiene la serie de mostrarnos su carta ganadora?
Hablando de ganadores, Tyrion y Varys viajan hacia Volantis “dentro de la caja”, expresión usada por el eunuco para referirse a la burbuja desde la que los hombres como ellos, validos reales, hacen girar el mundo a su alrededor y con la que se protegen de la canalla a la que desprecian. Ellos, que son el poder en la sombra, la mano de los “rulers”, que copan cotas de poder bajo los “estandartes que brillan colocados sobre cada montón de mierda”, como finiquita el enano.
Dosis corta del tándem genial, pero suficiente. ¿Para qué irán a Volantis? Me suena de algo este nombre, pero, qué quieren que les diga, lo he olvidado. Sé que los guionistas de la serie también juegan con la variable de su público desmemoriado, principalmente no-lector. ¡A mi no me la dan con queso!
Tengo anotado en mi libreta: “Ojalá maten al puto Gran Maestre”, pero de momento sólo lo han nombrado Consejero de Rumores. Espero más orito hirviendo cayendo por su nuca alopécica.
*No parece que la serie deje claro que Qyburn es el nuevo maestro de rumores.
Elecciones en el Muro:
Es interesante, por otro lado, cierta conexión que parece establecerse en el Muro entre la hija de Stannis y la novia salvaje de nuestro cuervo gordito. Es impactante, de mucha potencia, la escena en la que la hija del Baratheon se queda sola, de pie y rodeada de libros, en una biblioteca oscura y lúgubre en la que únicamente arde, a modo de explosión lumínica, una chimenea: la luz es esta niña, que terminará abrasando a la bruja pelirroja, no me cabe la menor.
Su padre, sin embargo, le ofrece a Nieve lo que más ansía en esta vida: ser un Stark reconocido por todos, empuñar el cetro de Invernalia, a cambio de lo más doloroso precisamente, para un Stark: arrodillarse. Como casi siempre, al melifluo Jon Nieve se le resuelve la cuestión como por arte de birlibirloque: el gordito lo propone para Lord Comandante por sorpresa, y ante un público entregado, Nieve es elegido, para estupor (no va a guardar rencor Sir Allister, tú) y todo acaba estupendamente. Pero si alguien cree que Nieve se va a pasar lo que queda de serie liderando un Muro con más agujeros que la capa de ozono, sin moverse de su atalaya de hielo y pasando frío con media guarnición en contra, que salga aquí y tire la primera piedra.
El capítulo se cierra como empezó: entre Braavos y Mereen. A Arya se le abre, por fin, la Casa del Blanco y del Negro: va a aprender a ser invisible, a ser una soldado impredecible, un camaleón de la lucha. La imagen final es para el dragón rebelde de la Khaleesi, que en un arrebato de nostalgia materna, se acerca a Emilia Clarke y se posa en la cúspide de la pirámide de la ciudad. Allí donde estaba el ídolo caído, símbolo del viejo mundo que se desmorona.
no habia pensado lo de daenerys
Me gusto mucho mas la elección de jon en los libros, tenia un toque mas de «fantasía» con lo del cuervo gritando su nobre
Aah y ni hablar de la tramoya del gordito para que eso suceda
Realmente no es tan fantástico, puesto que tienen la misma (sino más) capacidad que los loros para hablar, y dado que son de los animales más inteligentes del mundo no les es difícil asociar caras con palabras, por ejemplo. Aunque la mayoría de la gente lo toma como un hecho fantástico no es así.
Claro por eso puse fantasia entre comillas, pero te tiene que resultar extraño que justo el cuervo de mormont aparezca en el momento justo y mencione el nombre de jon, cosa que termino de convencer a mas de uno de su elección. Pura casualidad? O acaso alguin mas estaba metido en ese cuevo ? Por ahora nada sabemos
Me siento muy triste por no haber estado en esa escena.
Estoy pensando en demandar a D&B por eso.
Jajaja todos pensamos en eso
Personalmente, discrepo con las valoraciones sobre el gobierno de Daenerys. A mi entender, a estas alturas de la serie, juega a mostrar dos modelos de liderazgo contrarios: el de Daenerys en Meeren y el de Jon Nieve en el Muro. Por un lado, tenemos a Daenerys, una conquistadora temperamental que ve el mundo en blancos y negros (de ahí que siga sin creerse que su padre estaba loco, y siga condenando a quienes se levantaron contra él), amigos y enemigos, y que prefiere imponer su cultura a fuego y sangre. Por otro lado, tenemos a Jon Nieve, una persona que ha experimentado la vida a ambos lados del Muro, que ve la vida y las personas en escala de grises, que conoce los entresijos de la nobleza pero que sabe lo que es vivir siendo un desposeído, y que sabe que tanto la guardia de la noche como los salvajes tienen un nexo que los une: su lucha contra los Caminantes Blancos. Una líder prácticamente militar, que busca diferencias; y un líder prácticamente diplomático, que busca puntos en común: ambas posturas tendrán consecuencias. Es una visión diferente a la que proponéis en este post, por eso quería compartirla.
Otra diferencia notable que me he dejado en el tintero: Daenerys siempre ha antepuesto sus derechos (es decir, siempre ha demandado una posición de poder en base a su sangre Targaryen y a la autoridad que le confieren sus dragones, aunque la quisiera para hacer algo moralmente bueno, como declarar la guerra a los esclavistas), mientras que Jon Nieve antepone sus obligaciones a cualquier posible privilegio. Personalmente, creo que el actor que interpreta a Jon no es el idóneo para transmitir esto, lo cual no quiere decir que esta no sea la visión que, a mi juicio, quieran transmitir.
No podría estar mas de acuerdo
Ojala pudiese ponerte mas de 1 positivo, sobre todo por lo de Jon
Pero te lo pongo yo a ti también por tu comentario. 😉
Obviamente, los comentarios de un no-lector reflejan lo que D&D quieren hacernos ver; Daenerys la mejor. El resto caca.
Estoy de acuerdo contigo en la visión acerca de Nieve; de hecho es junto a Daenerys a quien más nos están mostrando en la toma de decisiones, en la elección, en el proceso mental y emocional de dirigir y gobernar; pero creo que Daenerys, si bien basa y sigue basando su legitimidad en su apellido Targaryen, ya no se muestra tan ufana de su origen. Fíjate cómo cede ante la proposición de darle al insurgente un juicio justo tras conocer cómo cayó su padre. Creo que ella también está mostrándose más abierta a sugerencias de gobierno, y que en el fondo está descubriendo cuánta sangre cuesta su política de Bien (blanco) y Mal (negro).
Es cierto que está cediendo terreno, y aprendiendo por las malas que para gobernar tiene que hacer concesiones. Para mí es muy significativa una escena de esta temporada (del episodio primero, creo): cuando Hizdhar le dice que la política es un arte complejo, y ella le dice que no es política, que es reina. Justo después de destruir el ídolo de Meereen para poner su bandera Targaryen. No creo que la serie esté mostrando a Daenerys como una líder en proceso de democratización, más bien al contrario.
SI hay intensión de mostrar paralelismos entre dos gobiernos entonces seria el de Cersei y Daenerys, varios puntos aquí: Si Dany quisiera Fuego y Sangre como tu dices nunca hubiera encerrado a sus dragones, no hubiera concebido un juicio al hijo de la arpía y no escucharía a sus consejeros, su contrapartida Cersei se llena de aduladores e incompetentes para manipularlos y que nadie la desautorice o enfrente, razón por la cual su tío no acepta ser el maestro de guerra, ella ve enemigos en todos lados, si Dany como dices ve todo en blanco y negro porque en su consejo sentaría a alguien como Hizdar? si realmente para ella los amos son los malos porque lo querría allí donde apuntara a todos sus errores?. Ahora bien si es cierto que también podemos encontrar paralelos con Jon, pero este solo empieza a ver a los salvajes como personas después de pasar meses con ellos, después que Ygritte le explica sus costumbres y después de que se enamora de ella , o vas a negar el hecho de que antes de esto para Jon no eran mas que unos bandidos que odiaban a los sureños porque si y por lo tanto merecían la muerte por ser diferentes?. Volvamos un momento a Dany, ¿quiere ella imponer su cultura?, si, ¿la impuso por la fuerza en un primer momento? si, ¿ha cometido errores? también, ¿quiere repararlos? ya veremos, pero como apunta el amigo que escribió la reseña ya dio los primeros pasos al escuchar cosas desagradables de su familia y ofrecerle un juicio al hijo de la arpía. Dices que Jon sabe lo que es la vida de un desposeído porque fue tratado como un bastardo, ¿acaso no fue Dany una desposeída también cuando quedo vagabunda con su hermano?, ¿No fue ella mas desposeída aún cuando ni siquiera tenia poder de decidir con quien casarse y fue vendida como esclava?, ¿o es que a todo el mundo se le olvida esto y quieren simplemente ver a Dany como una mala gobernante porque es fácil odiarla o porque simplemente no les gusta como personaje?, a todos no nos pueden gustar los mismos pero creo que hay que ver el cuadro completo.
Yo no odio a Daenerys, a mi me encanta Daenerys. Hasta me encantan sus capítulos del Nudo de Meereen. Me debo de haber explicado mal. No es una cuestión de simpatías personales, todo el mundo quería a Ned Stark porque era honorable pero no hubiera sido un buen gobernante, él mismo decía que lo suyo era la guerra y despreciaba la política. Defiendo que la serie presenta un paralelismo entre Daenerys y Jon Nieve porque en los libros existe ese paralelismo, Danza de Dragones es un libro prácticamente dedicado a contraponer esos dos personajes, y la serie está representando de momento muy bien en este sentido el sentido del libro, que pone la clave de la diferencia en la integración: Jon Nieve busca integrar a los salvajes como un proyecto político, mientras que el proyecto político de Daenerys es el restablecimiento de la dinastía Targaryen, y su campaña militar contra los esclavistas, que recuerdo que, aunque en la serie este punto puede resultar confuso, no empezó por amor ni por bondad, sino porque necesitaba un ejército para conquistar Poniente. La cuestión es que es la política de Daenerys la que ha encendido la mecha del estallido social en Meereen, y es un personaje que desprecia la política y desprecia ceder. Cuando Hizdhar le dijo que la política era hacer concesiones ella respondió que ella es reina, no política.
No es una cuestión de simpatías personales, sino de como interpretar un libro. Comprendo lo que me has dicho, puede que tengas razón en tus argumentos, porque nadie sabe a ciencia cierta el mensaje de la serie, nos tenemos que limitar a interpretarlo, y cada uno tiene su versión.
El compromiso entre Myrcella y Tristane ya se hablaba en la segunda temporada. Cuando Tyrion siendo mano del rey a cada colaborador (Varys, Pycelle y Meñique) le decía que se la iba a comprometer con un heredero (Robin Arryn, Theon y Tristane) para ver en quien podía confiar para que no se lo dijera a Cersei
¡Eso fue hace años!, es normal que todos se olviden de ello.
En la temporada cuatro se hace mension a Myrcella en los Jardines del Agua y tambien sobre las Serpientes de Arena.
PD: No es como lo de Jon Arryn, del que no se habia hablado nunca mas despues de la primera temporada, y cuando se volvio a mencionar los no lectores pensaron que se trataba de Jon Snow jaja
sí, aunque como dice Javier lo repiten varias veces. pero igual cuesta recordar todo a menos que seas muy fanático XD con eso tienen que lidiar los guionistas, son tantas cosas y no se pueden estar devolviendo; pero los expertos siempre van a seguir llorando porque quieren 5 tramas más.
me parece que dicen que van hacia volantis a coger un barco, es una forma mucho más rapida y segura que ir a pie.
Ellaria ser no es viuda porque no estaban casados, pero creo que eso es lo de menos.
Lo de nombrar a Jon Lord comandante sin darle tiempo a plantearse la oferta si que parece sacada de la manga, en los libros se ve como al principio se niega rotundamente por que hizo unos votos, luego con el tiempo va reflexionando sobre que si gana cualquiera su vida sera un infierno, luego sobre que tal vez sea lo mejor ser señor de inviernalia para poder ayudar a los salvajes, y al final decide aceptar y hablar con Stannis despues de la votación, creo que la serie tendría que haber captado mejor ese momento de duda.
PD: me gusto la actuación de Jon (creo que algo me esta afectando para decir esto), no llega a la de los grandes pero si logro captar una cosa que transmite en los libros y es una mezcla de incredubilidad, sorpresa, no saber que hacer, e incapacidad de reacción y no llegar a compronder lo que esta pasando.
Buena reseña, solo puntualizar un par de cosillas.
«Su padre, sin embargo, le ofrece a Nieve lo que más ansía en esta vida: ser un Stark reconocido por todos, empuñar el cetro de Invernalia, a cambio de lo más doloroso precisamente, para un Stark: arrodillarse.»
El conflicto interno que surge en la mente de Jon por la oferta de Stannis no es, como tú dices, porque debido a su orgullo de Stark no quiera mostrarse servil ante Stannis (al menos esto es lo que he entendido al leerte). Los stark, aunque son una familia de rancio abolengo y tienen un alto sentido del honor no se caracterizan precisamente por ser unos tercos indómitos, de hecho, son más bien una familia pragmática que pone por encima otras cosas (como por ejemplo su supervivencia) que el orgullo personal (recordemos a Torrhen Stark, «el rey que se arrodillo» que renunció a su título de rey en el Norte y juró obediencia a Aegon Targaryen para evitar que achicharraran a su pueblo, o sin ir más lejor tecordemos a Ned confesando sus «supestos crímenes» ante medio Desembarco en el Speto de Baelot para asegurar la supervivencia de sus hijas).
Lo que aquí se ofrece a Jon es (como bien has dicho) conseguir lo que lleva anhelando toda su vida, es decir, ser un Stark (¡y no uno cualquiera!. ¡Señor de Invernalia!), sin embargo, digno hijo de su padre, es una persona con un gran sentido del deber, y aceptar la oferta de Stannis implicaría romper (otra vez) sus votos como Guardia de la Noche, quedaría deshonrado, sería un hombre sin palabra, un «rompejuramentos».
Creo que tecnicamente Jon no rompio su juramento con la Guardia Nocturna, cuando mato a Qorin fue idea del mismo Qorin, y lo de Ygritte… bueno, su juramento solo habla de no tomar esposa ni de tener hijos, y Jon no hizo nada de eso.
A ver, si yo a Jon no lo juzgo xD, pero todo depende de lo legalista que te pongas. De hecho, si nos ponemos a seguir la norma al pie de la letra, sí rompe su juramento cuando mata a Qorin Mediamano porque por mucho que fuera una orden sigue habiendo matado a un hermano. Sin embargo, cuando tuvo aquella sesión de aguas termales con Ygritte no los rompió (por lo que tu dices, el juramento solo hac emención a no tomar esposa y tener hijos, no a foscar). A ver, lo que pasa que el sentido del honor es algo más complicado que todo eso y además, en una sociedad tan cerrada y tradicionalista como la Guardia de la noche tampoco es que se anden con medias tintas. Tu dile a alguien como Alliser Thorne: «¡Vamos, orgía en Villatopo, que el juramento tecnicamente no nos prohibe echar una canita al aire mientras tomemos precauciones! ¡Invito yo!» Y te da tocón del bueno por andarte con tecnicismos. En cuanto a lo de Qorin, no sabemos si está permitido matar a un hermano en circunstancias tan especiales, pero teniendo en cuenta que Jon es el único testigo del hecho, pues el resto de hermanos pueden entender que lo dice para protegerse.
Señores, que tenemos a los Otros a las puertas y ustedes me vienen con discusiones sobre el sexo seguro en el Muro?!!! Como bien dijo el Maestre Aemon, si van a ejecutar a todos los que vayan a echar un polvo a Villa Topo no estaría vigilando el Muro ni el Tato…
¿Los Otros? ¡Venga ya! Se extinguieron hace años, de verdad, me sorprende que siga habiendo gente tan supersticiosa a estas alturas. ¿Qué será lo próximo? ¿Endriagos y Tiburientes? Un momento… espera… ¿Qué es esa cosa blanca que se acerca? o dioses… ¡AAAARGHHH!
Los Otros se han ido de vacaciones, como los lobos huargos. Estamos a la espera de su vuelta.
Antonio analiza uno de los ejes mas profundos de la saga: la concepción de identidad de cada personaje. En el caso de Daenerys, que intenta decidirse entre la reina y el dragón, cosa que la llevará a encerrar sus dragones y a perderse en el nudo de Meereen esta temporada (no es spoiler). Otros personajes también tienen el mismo problema, algunos deciden, otros se niegan a si mismos, otros buscan deshacerse de quienes son, otros cambian radicalmente, otros se encuentran a si mismos. Es interesante analizar que después del final de la guerra todos deben descubrir quienes son y así sobrevivir al invierno. Seguiré con ahínco esta serie de artículos.
Excelente, te puedo decir amigo no lector que myrcella salió en la segunda temporada, cuando la mandan a dorne y luego hay una revuelta que le tiran excremento a joffrey.
Los de dorne son príncipes no Reyes y Volantis es la tierra de la que fuera la esposa de Robb Stark Saludos
La primera piedra, !ahí va¡
Tramposill@…Por la guardia 😉
Muy interesante leer las impresiones de la serie por parte de un no lector.
Muy bien visto el paralelismo Brienne-Podrick con Don Quijote-Sancho.
No queda claro para los no lectores que Doran esta enfermo, que no se puede levantar de la silla. Por lo que su actitud parece de arrogancia frente a Ellaria, cuando es todo lo contrario.
Como lector (SPOILER PARA LOS NO LECTORES) lo que mas me preocupa es la impresión que da la serie de que Sansa puede llegar a ser mas inteligente y manipuladora que Meñique… No es por menospreciar a Sansa, pero es que Meñique es mucho Meñique. Es el gran manipulador (mas que incluso que Varys) de la historia. Y en la serie lo estan presentando como un villano de opereta; y Meñique es mucho mas retorcido y sutil.
Por ejemplo: Briene y Podrick tienen clarisimo que Meñique es un villano (de ahí su urgencia por rescatar a Sansa de sus garras)… mientras que en los libros todo Poniente considera (erroneamente) a Meñique un pequeño Lord poco peligroso por no disponer de espadas que lo respalden, afable, inteligente y buen admisnitrador; el único que lo considera peligroso es Varys (¿y Tyrion?).
Tyrion, en un capitulo de choque de reyes si lo considera peligroso, sabe que tiene el meñique metido en cada aduana, puerto y todo lo que significa una fuente de dinero (compra trigo en verano barato, y vende pan a altos precios en invierno; compra lana barata, la tinta y lo vende a precios altos… viva el capitalismo) y sabe perfectamente que puede ser más poderoso que cualquier noble de la corte, además de ser impredecible, cosa que se puede ver al final del capitulo de Sansa de Vientos de Invierno
En cambio, Kevan Jaime y Cersei y medio reino lo consideran como tu has dicho, un noble solo de nombre sin ningun peligro; los que le envidian y odian le ven en un puesto muy subido, un cuentamonedas, que ocupa un puesto que no deberia ser para alguien de su nivel, y mientras tanto cerrará la boca a mas de uno y mas de dos cuando la lie bien parda en el Valle, las tierras de los rios y en el norte (aunque no se que hara con estas dos)
no hay de qué preocuparse, eso es lo que quieren hacer creer… tanto la serie como Meñique. Meñique la está dejando jugar, igual que dejó jugar a Ned, Cersei, etc. En el momento en que ocupe ponerle un freno, lo va a hacer.
Lo de Myrcella es explicado en la segunda temporada. Antes de que Stannis atacara Desembarco del rey y es un plan de Tyrion para protegerla de esa inevitable batalla. De ahí es que se agarra la babosa de Cercey para decir que eso es parte de la venganza de Tyrion sobre ella.
Ahora estoy recordando vagamente. Pero, confieso, no me acordaba de la historia de la pequeña Myrcella. My fault
Eso pasa cuando ahí un espacio de tiempo de dos años entre una temporada y la otra jajajajaja.
Pues creo que muy descaminado no vas. Yo tambien creo que el duo de jaime y brom llevaran a cabo su mision pero con un gran coste, seguramente brom morira y no se si myrcella tambien.
Y el paralelismo de don quijote y sancho tambien esta muy bien traido, tambien creo que estos dos no van a terminar muy bien esta temporada.
Yo esperaba el momento en que Smaug hablara 🙁 a ver si más adelante en la temporada, si no no se los perdonaré a esos jodidos de HBO que ya han cambiado tanto de los libros!!
Quiero felicitarte por tus reseñas de los capítulos, es una brisa de aire fresco, ves con profundidad a personajes como Daenerys y Sansa quienes son frecuentemente blanco de odio de muchos fans, leer algo que va en contra de la corriente en tu reseña y que no las ataca simplemente porque sí es muy ameno. Me hubiera encanto leer tu opinión de la charla de cersei con su tío, pero no se puede tener todo 😉 sigue así creo que puedo decir sin temor a equivocarte que te volverás de mis favoritos.
No sé si será la misma, pero también podría haber sido la taberna en la que Catelyn Stark secuestra a Tyrion.
Muy acertado su punto de vista, pero lo más interesante que ha dicho a mi ver es lo de la hija de Stannis Baratheon. Esa niña ciertamente es luz (guiño, guiño), no lo había visto hasta que lo ha mencionado.