Cerramos hoy con la segunda parte del ensayo que os trajimos la semana pasada para celebrar que ya ha salido por fin a la venta en español la antología Rogues(Canallas), que incluye el relato obra de George R.R. Martin El príncipe pícaro.
En este período de tensión, en que negros y verdes se preparaban para la mayor batalla que vería Poniente, la Danza de los Dragones, hubo dos misteriosos asesinatos en el mismo año. Los exploramos en este ensayo, obra de Nina Friel y publicado originalmente en Wars and Politics of Ice and Fire.
El año de la primavera roja: ensayo sobre asesinatos misteriosos en El príncipe pícaro (1ª parte)
El año de la primera roja: asesinatos misteriosos en El príncipe pícaro (2ª parte)
Amante de dragón, consumido por el fuego: Lyonel y Harwin Strong
Ser Laenor Velaryon, sin embargo, no fue el único cuerpo que el Año de la Primavera Roja reclarmaría. Poco después del funeral por Ser Laenor (y la pérdida de la más pequeña víctima de ese sangriento año, el ojo del príncipe Aemond) dos de los más importantes miembros de la corte del rey Viserys perecerían: Lord Lyonel Strong, Mano del Rey y señor de Harrenhal, y su primogénito y heredero, Ser Harwin, conocido, por su famosa fuerza, como Machacahuesos. Los dos hombres, volviendo al asiento de su Casa, murieron en un fuego que también se llevó la vida de un gran número de sirvientes y vasallos de los Strong. Un accidente casual, quizás, otro ejemplo de la supuesta maldición de Harrenhal…o quizás algo más.
De nuevo, Lord Lyonel y Ser Harwin merecen alguna consideración personal para entender el misterio de sus muertes. Lord Lyonel Strong, el primero de su familia en gobernar Harrenhal, había disfrutado de al menos una década y media en la corte para cuando llegó su hora: había sido nombrado consejero de leyes en el 105 DC, y aseguró un premio mayor al ser nombrado Mano en el 109 DC. Como Mano, Lyonel acabó con el largo servicio de Otto Hightower, que se había ganado el rechazo del rey al cuestionar regularmente el derecho de Rhaenyra a sucederle por encima de sus nietos Targaryen.
Típico para un ambicioso cortesano y eventual Mano, Lyonel trabajó para ganarle a sus hijos lugares en la corte. Sus dos hijas se convirtieron en doncellas de la Princesa Rhaenyra – un honor para nobles tanto en el mundo real como en Poniente – mientras su heredero Harwin se convertía en capitán de los capas doradas, en el momento en que Daemon Targaryen era el comandante de la Guardia de la Ciudad. El más joven de los hijos de Lyonel, Larys el Patizambo, se unió a los confesores del rey.
Sería Ser Harwin, sin embargo, el que se haría famoso en la historia de Rhaenyra con la corte de Viserys I. Desconocemos cuánto Machacahuesos interactuó con la familia real (Harwin podría haber sido ese ambicioso capitán que informó de los crudos comentarios de Daemon sobre la primera mujer de Viserys y su hijo recién nacido) pero ciertamente se dio cuenta de la belleza de la princesa Rhaenyra. Se consideraba que tenía el suficiente abolengo para cortejarla cuando los valientes hijos de las mejores familias del reino pidieron su mano, aunque, como el resto, fue descartado por Laenor Velaryon.
Antes de la boda de la princesa, sin embargo, emergieron los rumores de que Rhaenyra, rechazada por Criston Colen, había tomado a Ser Harwin como amante – rumores que no fueron dispersados cuando, en el torneo por el matrimonio, Rhaenyra públicamente concedió su favor a su nuevo campeón y escudo jurado. Tras eso, Harwin, se convirtirtió en el paladín de los negros, siempre al lado de Rhaenyra (incluso en el nacimiento de uno de sus hijos). Aunque la apariencia de Ser Harwin es desconocida, era un artículo de fe en la facción verde que el verdadero padre de los hijos de Rhaenyra de apellido Velaryon no era otro que Ser Harwin Strong: ciertamente, la propia existencia de la sospecha de los verdes da crédito a que Harwin compartía los rasgos con los jóvenes Velaryon, al menos en parte.
Gyldayn, de manera típica, no presenta un culpable, sino que presenta una multitud de posibles sospechosos. Podría haber sido simple mala fortuna que Harwin y Lyonel murieran. Una vela o una antorcha, dejada arder sin cuidado cerca de un material inflamable, podría hacer arder un cuarto, y aunque un fuego así nunca haría consumir al colosal Harrenhal, el gran tamaño del castillo habría trabajado en contra de esfuerzos rápidos en apagar el fuego hasta que se hubiera cobrado sus desafortunadas víctimas.
La maldición de Harren el Negro podría haber causado otra víctima, Lyonel y Harwin simplemente serían los siguientes en la línea de hombres y familias que se encontraron su fin el gran castillo Hoare. Sin embargo, con el aire de sospecha e intriga que invadía la corte de Viserys, especialmente cuando el reino entraba en su última fase, las muertes de la Mano y su célebre heredero parece improbable que sucedieran a causa de simple mala suerte.
Como observador en la corte (aunque ocasionalmente no muy creíble), el bufón Hongo ofrece su propio sospechoso: Corlys Velaryon. Para el enano, Corlys idearía el fuego para matar a Harwin, como venganza contra el hombre con el que había sido infiel la esposa de su hijo Laenor. Hongo, sin embargo, exagera mucho: su Testimonio de Hongo es una crónica perversa y explícita sobre la vida en la corte de Viserys. Más aún, Corlys no tenía una posición en la corte, prefiriendo en su lugar su isla natal, y los rumores que le marcarían como culpable llegarían a Hongo de segunda o tercera mano, reduciendo su credibilidad. Lord Corlys habría necesitado un hombre dentro de Harrenhal para originar el fuego: no es la alianza más natural para un señor cuyo asiento está lejos de ese castillo medio en ruinas.
Además, Corlys no era un hombre conocido por su deseo de venganza: aunque ambicioso por su familia y su Casa, Corlys era un hombre de estado perspicaz, consciente de que el bando negro y sus nietos nominalmente Velaryon pederían mucho al eliminar al poderoso y rico Lord de Harrenhal y su ardientemente pro-negro heredero. Si el supuesto affaire de Harwin con Rhaenyra había enfurecido a Corlys, la Serpiente Marina podría haber tomado cualquier oportunidad en los seis años entre el nacimiento del príncipe Jacaerys y el fuego de Harrenhal para “deshacerse” de Harwin. Como con la Primera Rebelión Fuegoscuro, el amplio tiempo entre el supuesto hecho que hizo mal y la reacción reduce mucho el hecho como una catálisis emocional.
El septón Eustace sugiere a Daemon Targaryen como el verdadero culpable, de nuevo con una motivación emocional. De acuerdo al septón de la corte, Daemon quería eliminar un rival por los afectos de la princesa Rhaenyra, para que él pudiera casarse con la declarada heredera de Viserys. Daemon era conocido – más que Corlys, ciertamente – por actos de asesinatos vengativos, incluso arreglando el asesinato de uno de los hijos de Aegon II tras la muerte de Lucerys Velaryon. Daemon habría necesitado conseguir un contacto en Harrenhal o en el bando Strong para facilitar la conspiración, quizás algo relativamente fácil para un príncipe que hizo amigos sin escrúpulos en Desembarco del Rey durante su estancia con los capas doradas, aunque ciertamente no es una conexión natural para Daemon.
Pero describir los motivos en términos de la afección de Rhaenyra parece no entender bien el personaje de Daemon. A Daemon nunca le faltó confianza en sí mismo, ni en el amor de su sobrina. Con Harwin separado de la princesa por órdenes de Viserys y forzado a volver a Harrenhal, Rhaenyra tendría pocas oportunidades de visitar al rumoreado padre de sus hijos, y aún menos de casarse. Daemon estaba físicamente más cerca (habiendo vivido con su esposa, antes de la muerte de Laena, en su casa en Marcaderiva), apuesto y peligroso, no tendría razones para creer que no podría cortejar y ganarse a su propia sobrina, viviera o no su antiguo amante en las Tierras de los Ríos.
No sólo el hermano del rey sino el propio rey fue acusado de esta jugarreta. De acuerdo al Gran Maestre Mellos, el rey Viserys ordenó el asesinato de Ser Harwin para asegurar que el Machacahuesos nunca revelaría el secreto del verdadero parentesco de los hijos de Rhaenyra. El bueno y siempre conciliatorio Viserys parece difícilmente el tipo de persona que hubiera organizado una conspiración para un asesinato, sin embargo, y Harwin en seis años no había revelado la verdad. La propia Rhaenyra era la única persona que podría asegurarlo, y ella mantenía tozudamente que sus hijos era verdaderos Velaryon.
De hecho, Viserys tenía más que perder que ganar en la conspiración: aunque la decisión de Lyonel de acompañar a su hijo a Harrenhal no había sido prevista, Viserys seguramente hubiera sabido que su propia Mano dejaría la ciudad temporalmente, y había sido capaz de ajustar sus planes de acuerdo a ello. El rey, con salud en declive, se apoyaba mucho en el fuerte Lyonel, y se arriesgaría – y sufriría – a que su fiable Mano ardiera en un intento de matar un rumor que sólo se volvería peor tras la muerte de los Strong.
El último sospechoso que Gyldayn nombra (aunque él mismo no revela quién apoya esa acusación) es Larys Strong, el hermano pequeño de Lyonel, y él parece el más probable candidato de todos. Larys tenía mucho que ganar con las muertes de su padre y hermano. Larys era un segundo hijo, que se había unido a los confesores del rey cuando su padre se convirtió en consejero de leyes pero no había avanzado aparentemente en ese tiempo.
Cómo de importantes eran los confesores del rey no se sabe, aunque el puesto de Gran Confesor era considerado los suficientemente superfluo como para no ser ocupada para la época de Daeron II; en cualquier caso, Larys no heredaba ningún asiento ni tierras. Si las cosas se mantenían como estaban, Larys habría pasado el resto de su vida como un funcionario menor, requiriendo a su hermano, un lord, y en la corona como apoyo. Con su padre y su hermano muertos, sin embargo, Larys heredaba el mayor castillo en Poniente: Harrenhal. Además, como un Strong, Larys tendría presumiblemente amigos, parientes o sirvientes en Harrenhal en los que podría confiar, y a los que podría dar directivas discretas y asesinas.
Lo que Gyldayn no reconoce, sin embargo, es que los verdes probablemente estuvieron involucrados en las muertes de los Strong. Los verdes habían reducido su influencia con el nombramiento de Lyonel Strong como Mano: con Ser Otto despojado de su puesto por sus problemas con el rey, y Viserys apoyandose tanto en Strong, Alicient y su facción entendían que una restoración del poder Hightower sería, como poco, bastante improbable bajo el actual régimen.
Lyonel no tendría una gran relación con Rhaenyra, pero habiendo ganado su posición tras la caída del abiertamente pro-verde Otto Hightower. Y siendo su hijo el paladín de los negros, Lyonel habría parecido una Mano pro-negros, y alguien que no lucharía por los derechos de los Hightower-Targaryen en la aparentementemente inmininente muerte del rey.
Los Strong podrían no tener la riqueza de los Hightower, pero Harrenhal seguía siendo un asiento formidable, y combinado con el apoyo de los Velaryon (y el cuidadoso silencio sobre la paternidad de los príncipes Velaryon), los negros tendrían mucho más fácil defender la candidatura de sucesión de Rhaenyra con los Strong al mando. Si algún accidente le sucediera a Lyonel y Harwin, sin embargo, Viserys sería persuadido de nombrar a Otto Hightower Mano de nuevo, Rhaenyra perdería a su formidable campeón y los verdes podrían ascender de nuevo.
Había que ganar tanto por el lado de los verdes como por el de Larys, y una conspiración entre las dos partes parece posible, si no probable. Quizás Alicient o Otto Hightower se acercaron a Larys, con una oferta para nombrarle miembro del consejo privado – una posición de garantizada influencia en la corte y ganancias – si Larys arreglaba las muertes de su padre y hermano.
De acuerdo a ello, Larys, consciente de que Viserys había ordenado a Harwin que volviera a Harrenhal, convencería a su padre para que se uniera a Harwin en su viaje de vuelta; Lyonel, quien con la limitada información presentada parece no tener una mala relación en particular con su segundo hijo (y no tendría razones para suponer que el hijo al que había asegurado una posición en la corte le traicionaría) seguiría el consejo de Larys. Larys podría entonces haber contactado con sus agentes en Harrenhal para organizar el fuego “accidental”, esperando las noticias de que padre y hermano hubieran sido atrapados por las llamas.
De funcionario humilde, Larys habría pasado a ser Lord Strong de Harrenhal y Consejero de Susurros del rey. Viserys debatía sobre quién debía ser su nueva Mano, pero parece probable que Ser Otto – que habia realizado un movimiento similar años atrás, cuando urgió que al príncipe Daemon se le expulsara del consejo privado – convenciera al rey que pasara a su hermano (y a su hija) y buscara a alguien con más experiencia, alguien, como, por ejemplo, el propio Ser Otto. Los verdes se beneficiarían más tarde de aliarse con Larys Strong: fue él que sacó a Aegon II de la capital cuando Rhaenyra se proclamó reina; y quien arregló la toma de Rocadragón y la trampa a Rhaneyra al final de la Danza. Aunque no podamos saber ciertamente quién estuvo detrás del fuego en Harrenhal, Larys Strong parece un candidato muy probable.
Conclusión
A través de las novelas principales, George R.R. Martin nos ha introducido una serie de asesinatos misteriosos, de hecho, el acción principal del primer libro es precipitado por el misterio alrededor de la muerte de Jon Arryn. A su manera, los asesinatos misteriosos en El príncipe pícaro sirven como narrativas en lo que de otra manera podrían ser clasificados como simples relatos históricos. Dando al lector una serie de potenciales culpables, dejando la verdad sin poder conocerse a ciencia cierta, Gyldayn permite al lector que se involucre en la historia, añadiendo sus propios pensamientos y análisis a las de esas víctima que hace tanto murieron.
Además, los dos ejemplos de misteriosas muertes en el Año de la Primavera Roja resaltan el tema de la creciente tensión presentes en El príncipe pícaro. El reinado de Viserys I, aunque inicialmente prometedor, vio el incremento de hostilidades entre facciones, las mismas hostilidades que explotarían tras la muerte del rey. Estas muertes, con diferentes (y coloreadas) fuentes ofrecen varios culpables posibles, ilustrando cómo de seria era la batalla política para el final del reinado de Viserys: la sangre de Laenor Velaryon y de los dos Strong sería la primera, pero muy lejos de ser la última, que se derramaría entre esa lucha entre negros y verdes.