GRRM y JRRT

La semana pasada os mostramos homenajes de G.R.R. Martin en Canción de hielo y fuego a otras obras literarias. Pero omitimos los más importantes y numerosos: los que hace a su admirado J.R.R.Tolkien. Así que aprovechando que la mayor referencia en Youtube en habla hispana sobre el autor inglés, el amigo Kai47, participa en el podcast de esta semana de La Canción Continúa, vamos a recopilarlos.

Tom Shippey hablando de Martin y Tolkien en la Estelcon 2019 en Salamanca

Antes de entrar en los homenajes, debemos recordar que hemos hablado muchas más veces en Los Siete Reinos de Tolkien y Martin. Comentamos cómo Martin explicaba que su inspiración para matar personajes viene de El señor de los anillos y os compartimos la charla de Tom Shippey, el mayor experto en Tolkien, sobre la comparación entre ambos autores.

Nuestros amigos del podcast Regreso a Hobbiton de la Sociedad Tolkien Española son ya habituales de Los Siete Reinos. Nos dieron sus impresiones de Tormenta de Espadas, de Choque de Reyesgrabamos un trivial juntos. Su directora, Elia Martell, también responsable del canal Magos y Medianosestuvo con nosotros en La Canción Continúa y participó junto a otras referencias tolkienianas como Maglor y Kai47 en nuestro directo especial aniversario.

Recientemente publicamos unos ensayos sobre cómo Martin «rinde cuentas» con el gobierno de Dany y Jon en Danza de Dragones: es su respuesta a la queja sobre el final «y Aragorn gobernó 100 años» en El señor de los anillos. Pero tras esta larga introducción vamos por fin a hablar de las referencias, guiños y homenajes a la Tierra Media en el Mundo de hielo y fuego, más allá de la evidente inspiración en tono al ser Tolkien el padre de la fantasía épica moderna.

La comparación entre Sam Tarly y Gamyi es tan evidente que apenas necesita presentación. Más allá de ello, el saludo «Hullo« habitual de los hobbits solo lo dice una persona en la obra: Sam Tarly a Jon Nieve. La frase «You’re a sweet fool, Sam» que decía tanto Frodo Bolsón a Sam Gamyi la repite Jon Nieve a Sam Tarly.

Pero además tenemos a Rosey, la moza en la taberna El cálamo y el pichel de Antigua: parece un guiño a Rosita (Rosie en el original) que hace la misma labor en El Dragón Verde en Hobbiton y esposa de Sam Tarly. La doncellez de Rosey se nos dice en el prólogo de Festín de cuervos que vale un dragón (de oro) y ahora que Sam está en Antigua seguro que interactúan de manera curiosa.

En Danza de Dragones Tyrion menciona que el punto débil del dragón son los ojos, no la parte baja del vientre, como dicen «ciertos cuentos«, en un guiño a El Hobbit y Smaug. Hodor en Fuerte de la Noche podría haber «despertado a algo» al arrojar algo de forma ruidosa por un hueco: como Pippin en las Minas de Moria, otro lugar grandioso en el pasado pero abandonado y maldito en el presente.

En Festín de cuervos descubrimos a Theodan Wells, conocido como Theodan el Fiel, homenaje claro al rey Theoden de Rohan. Más claro aún es el sacerdote Sauron de los Hijos del Hierro, mencionado en El mundo de hielo y fuego. Khal Drogo comparte nombre con el padre de Bilbo Bolsón, pero esa referencia no está tan clara.

En cuanto a lugares, tenemos a un Escudo de Roble, castillo de la Guardia de la Noche, referencia a Thorin Escudo de Roble.  Vinomiel evoca al Brandivino: Honeywine y Brandywine en el original.

La frase en valyrio «Valar Morghulis» parece un guiño tolkieniano también. Martin no es un experto en lenguas ni mucho menos como Tolkien, y podría haberle homenajeado con quizás la frase más célebre en otro idioma. Los Valar son los dioses que velan por Eä, el universo donde está la Tierra Media; y Minas Morghul, antaño fortaleza del reino de Gondor, es el asiento actual de los Nazgul.

El concepto de cambiapieles, humanos que se meten en el cuerpo de un animal para controlarlo, no es original de Tolkien. Pero podemos ver en Canción de hielo y fuego a Varamyr como una versión retorcida de Beorn, descrito por Tolkien directamente como cambiapieles.

En Fuego y Sangre, dentro de los acompañantes de Baela Targaryen se menciona a un «un conjurador de trucos baratos que confundía con un verdadero mago». Es una referencia clara a la frase de Gandalf al inicio de la película de La Comunidad del anillo.

Tyrion, un enano, logra escapar de Poniente camino a Pentos en que viaja metido en un barril. Así escaparon Bilbo y los enanos, de una estatura similar al Lannister, del Bosque Negro en El Hobbit: Bilbo adquiere el título de «jinete de barril», pero Tyrion se lo podría discutir.

Martin y Tolkien

Para despedir el artículo, os dejamos con dos citas de Martin sobre Tolkien. La primera, mostrando su crítica al autor inglés:

Gobernar es difícil. Esa sería quizás mi respuesta a Tolkien, alguien, pese a lo mucho que admiro, que creo que se puede equivocar. El señor de los anillos tiene una filosofía muy medieval: si el rey era un buen hombre, la gente prosperaría. Miramos a la historia real y no es tan simple. Tolkien puede decir que Aragorn se convertió en rey y gobernó durante cientos de años, y fue bueno y sabio. Pero Tolkien no se pregunta: ¿cuál fue la política fiscal de Aragorn?¿Mantuvo un ejército?¿Qué hizo en tiempos de inundaciones y hambruna?¿Y qué hizo con los orcos? ¿Fomentó el comercio o no? ¿Y qué sobre el sistema de clases? Con los orcos…¿los intentó educar o civilizar? Lo que he intentado es mostrar a gobernantes como Robert, Ned, Cersei y Daenerys Targaryen…mostrando gente que alcanza una posición de poder y cómo lidian con las divisiones de su sociedad.

La segunda cita explica lo mucho que le aprecia, pero que no quiere seguir exactamente su estilo:

Leí a Tolkien cuando tenía 12 años o así y me impresionó tanto que no me canso de releerlo. De hecho, planeé enviar una carta a Mr. Tolkien, pero al final no lo hice, algo que me molesta un poco, más aún tras darme cuenta de que Tolkien solía leer casi cada carta que recibía. Pero Tolkien no era una influencia directa en mí cuando decidí escribir Canción de hielo y fuego, aunque mis libros sean en el canon de la fantasía que Tolkien mejoró. Quiero decir, la fantasía es muy antigua. Podemos verla en la Ilíada o el poema de Gilgamesh, pero Tolkien la convirtió en un género moderno, y Canción de hielo y fuego comparte algunos de esos patrones pero no todos ellos. Por ejemplo, intento ofrecer una fantasía sucia, más bruta que la de Tolkien.

No os vamos a hacer que elijáis entre ambos. Que se peleen ellos rapeando…