Si la semana pasada hablábamos de cómo la Compañía Dorada va a tomar (o ya ha conquistado) Bastión de Tormentas en Vientos de Invierno, hoy vamos a teorizar sobre qué pasará después. Analizamos las fuerzas que participarían en la batalla de la Tormenta, a las puertas de Bastión de Tormentas, entre los Tyrell y la Compañía Dorada, gracias a un texto de LChris en Reddit.
La Batalla de la Tormenta en Vientos de Invierno: Tyrell contra la Compañía Dorada
Según se presagia en Arianne II de Vientos de Invierno:
—Con estas lluvias, los caminos son lodazales. La princesa tardaría dos días en llegar, puede que tres —replicó Haldon Mediomaestre—. En barco no le llevará ni media jornada. Además, un ejército de Desembarco del Rey se dirige a Bastión de Tormentas. Será mejor que estéis dentro antes de que empiece la batalla.
«¿Seguro?»
—¿La batalla o el asedio? —Bajo ningún concepto pensaba quedarse atrapada en Bastión de Tormentas.
—La batalla —aseguró Haldon—. El príncipe Aegon quiere aplastar a sus enemigos en combate.
La fuerza Tyrell
Hay entre 50.000 y 70.000 hombres Tyrell en Desembarco del Rey, según Tyrion V de Tormenta de Espadas
Pues oledlo bien, mi señor. Llenaos los pulmones. Medio millón de personas apestan más que trescientas, ya lo veréis. ¿oléis a los capas doradas? Son casi cinco mil. Las espadas juramentadas de mi padre deben de ser otras veinte mil. Y también están las rosas, claro. Las
rosas tienen un olor delicioso, ¿verdad? Sobre todo cuando hay tantas. Cincuenta, sesenta, setenta mil rosas, en la ciudad o acampadas en los alrededores. La verdad es que no sabría deciros cuántas son, pero el caso es que son muchas.
Mace Tyrell había asediado Bastión de Tormentas con la mitad de sus fuerzas, pero las abandonó para lidiar con el juicio a Margaery, dejando a Mathis Rowan con una pequeña fuerza para mantener el asedio. De Cersei III de Festín de cuervos:
—Se marcha —insistió él—. Mace se lleva la mitad de las fuerzas de los Tyrell a Bastión de Tormentas, y la otra mitad va camino del Dominio bajo el mando de ser Garlan para reforzar sus aspiraciones en Aguasclaras. Dentro de unos días, las únicas rosas que quedarán en Desembarco del Rey serán Margaery, sus damas y unos pocos guardias.
Así que con eso en mente, Mace probablemente tenga entre 25.000 y 35.000 hombres para marchar hacia Bastión de Tormentas.
El enfoque de las rosas
Mace es muy arrogante, especialmente para ser alguien que no ha tenido mucho éxito en el campo de batalla. Así explica en Tyrion III de Tormenta de Espadas:
La reputación de Tyrell se basaba en una victoria nada decisiva sobre Robert Baratheon en Vado Ceniza, en una batalla que, en realidad, había ganado la vanguardia de lord Tarly antes de que el grueso del ejército tuviera siquiera tiempo de llegar. El asedio de Bastión de Tormentas, en el que Mace Tyrell estaba de verdad al mando, duró más de un año sin resultado ninguno y, después de los combates del Tridente, el señor de Altojardín rindió su estandarte con docilidad ante Eddard Stark.
A Mace se le respeta bastante poco. Las siguiente cita es del epílogo de Danza de Dragones
«El verdadero peligro estriba en Tarly —reflexionó ser Kevan al verlos partir—. Un hombre pequeño pero astuto y con una voluntad férrea, uno de los mejores soldados que ha dado el Dominio. Pero ¿cómo puedo atraerlo a nuestro bando?
Y sin embargo se cree un gran guerrero. También del epílogo de Danza de Dragones:
—Bastión de Tormentas —gruñó lord Mace Tyrell—. No sería capaz de tomar Bastión de Tormentas ni aunque fuera Aegon el Conquistador. Y si lo consigue, ¿qué más da? Ahora es de Stannis; el castillo pasa de un aspirante a otro, ¿qué nos importa? Lo reconquistaré en cuanto quede demostrada la inocencia de mi hija.
….
—En cuanto a Connington —prosiguió Tyrell—, ¿qué victorias ha conseguido para que le tengamos tanto miedo? Tuvo ocasión de aplastar la Rebelión de Robert en Septo de Piedra y fracasó, igual que ha fracasado siempre la Compañía Dorada. Puede que algunos corran a unirse a sus filas, sí; mejor para el reino, que se librará de unos cuantos imbéciles.
La fuerza de la Compañía Dorada
La Compañía Dorada tiene unos 10.000 hombres. De Arianne I de Vientos de Invierno
Compañía Dorada es la mejor y mayor de las compañías libres, pero diez mil mercenarios no podrán esperar ganar los Siete Reinos
Eso incluye, según El lord perdido de Danza de Dragones, 500 caballeros…
Como seguro que recuerda lord Connington de los años que pasó con nosotros, en la compañía tenemos diez mil hombres. Quinientos son caballeros, con tres caballos cada uno, y hay otros quinientos escuderos con sus correspondientes monturas. También están los elefantes; no podemos olvidarnos de los elefantes. Con un barco pirata no tendríamos suficiente; nos haría falta una flota pirata. Pero aunque la tuviéramos, han llegado noticias de la bahía de los Esclavos. Parece que Meereen está bloqueada.
…y al menos dos docenas de elefantes:
Los caballos estaban al norte; tras ellos, dos docenas de elefantes pastaban junto al agua y arrancaban juncos con la trompa. Grif observó a las enormes bestias grises con aprobación.
«No hay corcel de guerra en todo Poniente que pueda resistir contra ellos.»
Hay 1000 arqueros bajo el mando de Balaq el negro. Esas tropas están divididas en un tercio de ballesteros, un tercio de arcos de Essos, un cuarto de arcos largos ponientis y 50 arcos de madera de aurocorazón. De El Grifo redivivo:
Balaq el Negro tenía el mando de mil hombres armados con arcos. De joven, Jon Connington sentía hacia los arqueros el mismo desdén que la mayoría de los caballeros, pero el exilio le había enseñado mucho.
Un tercio de los hombres de Balaq usaba ballestas; otro tercio, los arcos de doble curva, de cuerno y tendón, típicos de oriente. Pero los mejores eran los arcos largos de tejo que preferían los arqueros de sangre ponienti, y entre ellos, los más codiciados eran los grandes arcos de auro-corazón que usaban Balaq y sus cincuenta isleños del verano.
Pero la compañía ha quedado desperdigada tras pasar por Lys debido a las tormentas. Del mismo capítulo:
Los puñeteros volantinos tienen tantas ganas de deshacerse de nosotros que nos sueltan en la primera playa que ven —comentó Franklyn Flores—. Seguro que tenemos a los muchachos dispersos por medio Peldaños de Piedra.
Y de momento sólo la mitad de ella ha aparecido:
Diez mil hombres habían zarpado de Volon Therys con sus armas, sus caballos y sus elefantes. De momento, ni la mitad había atracado en Poniente, en el lugar de desembarco acordado, un tramo de costa desierta que daba paso a la selva. Jon Connington conocía bien aquellas tierras, pues habían sido suyas.
Seis de los barcos de aqueros han llegado:
A su manera, la flecha era tan mortífera como la espada, así que le había insistido a Harry Strickland Sintierra para que dividiera la compañía de Balaq en diez centurias y enviara una en cada barco para el largo viaje.
Seis de aquellos barcos habían conseguido permanecer juntos lo suficiente para descargar a sus pasajeros en las costas del cabo de la Ira. Los volantinos les aseguraban que los otros cuatro se habían retrasado y no tardarían en llegar, pero Grif pensaba que también podían haberse hundido, o haber tomado tierra en otro lugar. De momento, la compañía contaba con seiscientos arcos. Para aquello, le habría bastado con doscientos.
Dividieron sus fuerzas para tomar más castillos, pero les faltan elefantes y caballos.
—Y no tenemos elefantes —le recordó el Mediomaestre. Ni una de las grandes cocas que transportaban aquellos animales había tocado tierra. Las habían visto por última vez en Lys, antes de la tormenta que había dispersado la mitad de la flota—. En Poniente podemos conseguir más caballos, pero los elefantes…
—No importa. —Las enormes bestias habrían sido muy útiles en una batalla campal, sin duda, pero aún faltaba bastante para que tuvieran las fuerzas necesarias para enfrentarse al enemigo en el campo de batalla—
La Compañía Dorada toma varias localizaciones con bastante facilidad: Nido del Grafo, Nido de Cuervos, Aguasmil, Estermont, Tarth, la mitad de los Peldaños de Piedra…
El castillo se alzaba en el cabo de la Ira, un grupo de riscos elevados de piedra rojiza rodeados por tres lados por las aguas agitadas de la bahía de los Naufragios. Ante la única vía de acceso había una torre de entrada; detrás, se encontraba el risco alargado y yermo que los Connington llamaban el Gaznate del Grifo. Si se arriesgaban a pasar por allí, correría sangre, porque el puente natural estaba expuesto a los ataques de las lanzas, piedras y flechas de los defensores situados en las dos torres redondas que flanqueaban la entrada principal del castillo. Y cuando llegaran a aquellas puertas, les echarían aceite hirviendo desde dentro. Grif daba por hecho que perderían un centenar de hombres, tal vez más.
Perdieron cuatro.
…
—Hemos recibido noticias de Marq Mandrake. Los volantinos lo dejaron en la costa, en lo que resultó ser Estermont, con casi quinientos hombres. Ha tomado Piedraverde.
Estermont era una isla cercana al cabo de la Ira que en ningún momento había figurado entre sus objetivos.
Ya han empezado a llegar numerosos hombres y elefantes. Así se cuenta en el primer capítulo de Arianne de Vientos de Invierno…
Tarth ha caído también, algunos Pescadores pueden decírtelo. — dijo Valena. —Estos mercenarios poseen ahora casi todo el Cabo de la Ira y la mitad de los Peldaños de Piedra. Hemos oído hablar de elefantes en el bosque de lluvia.
—¿Elefantes? — Arianne no sabía qué pensar de eso. —¿Estás segura? ¿No serán dragones?
—Elefantes — dijo Lady Nymella firmemente.
—¿Es verdad que tenéis elefantes?
—Unos cuantos. —Lysono Marr sonrió y se encogió de hombros.
En El Grifo redivivo se dice que el supuesto Aegon llegó con cien caballeros y tres elefantes:
El príncipe se reunió con ellos cuatro días después, a la cabeza de una columna de cien jinetes, seguidos por tres parsimoniosos elefantes
También es probable que la Compañía Dorada haya capturado los manganeles que tenía Mathis Rowan de los que se habla en Cersei V de Festín de Cuervos
Entretanto, en el sur, Mace Tyrell había erigido una ciudad de carpas alrededor de Bastión de Tormentas y tenía dos docenas de maganeles lanzando piedras contra las gruesas murallas del castillo, aunque sin grandes resultados hasta el momento.
El enfoque de los mercenarios
Aunque la Compañía Dorada está claramente superada en número, son guerreros veteranos. De El Grifo Redivivo en Danza de Dragones:
Por suerte, su barco había sido de los primeros en tomar tierra, con lo que les bastó con levantar un campamento, reunir a los hombres a medida que iban llegando a la orilla y moverse con rapidez para que los señores de la zona no se percataran del peligro. Allí era donde la Compañía Dorada había demostrado su temple. En ningún momento se vieron entorpecidos por el caos que habría surgido inevitablemente con un ejército improvisado de caballeros y levas locales; aquellos hombres eran los herederos de Aceroamargo y habían mamado disciplina.
Jon Connington ha ganado experiencia, aunque Mace Tyrell no lo reconozca. Del epílogo de Danza de Dragones:
«Pero todo eso fue hace mucho tiempo. Si de verdad se trata de Jon Connington, será un hombre diferente. Mayor, más duro, más curtido…, más peligroso.»
Y los dornienses piensan lo mismo. De Arianne II de Vientos de Invierno
—Me da igual de quién sea hijo. Si Connington se enfrenta en campo abierto a Mace Tyrell, dentro de nada será un prisionero. O un cadáver.
—Tyrell no es tan temible. El tío Oberyn…
—… está muerto, princesa. Y diez mil hombres son como toda la Compañía Dorada.
—Pero seguro que lord Connington conoce sus fuerzas. Si está dispuesto a entrar en batalla es porque cree que puede ganar.
Apoyos adicionales de la Compañía Dorada
Incluso aunque los lidere Mace Tyrell, la Compañía Dorada tienen un número de tropas tan pequeño comparado con los Tyrell que necesitarán apoyo externo. Su causa lo espera, como dice Varys en el epílogo de Danza de Dragones:
—La ballesta me pareció lo más adecuado —prosiguió Varys—. ¡Teníais tanto en común con lord Tywin…! Vuestra sobrina pensará que os han asesinado los Tyrell, quizá en connivencia con el Gnomo. Los Tyrell sospecharán de ella. Alguien encontrará la manera de culpar a los dornienses. Las dudas, la división y la desconfianza minarán el terreno bajo los pies del niño rey mientras Aegon alza su estandarte sobre Bastión de Tormentas y los señores del reino se unen en torno a él.
También se augura en el Lord perdido de Danza de Dragones:
Laswell Peake golpeó la mesa con los nudillos.
—Ha pasado un siglo, pero algunos aún tenemos amigos en el Dominio. A lo mejor, el poder de Altojardín no es tanto como imagina Mace Tyrell.
…
Que en Desembarco crean que no es más que un señor exiliado que vuelve con unas cuantas espadas mercenarias para recuperar su derecho de nacimiento. No es desacostumbrado; hasta escribiré al rey Tommen para decírselo, y le pediré el indulto y la devolución de tierras y títulos. Así los tendremos entretenidos durante un tiempo, que aprovecharemos para ponernos en contacto en secreto con nuestros posibles aliados de las tierras de la tormenta y el Dominio. Y los de Dorne.
Lo mismo pensaba Tyrion en su sexto capitulo de Danza de Dragones
Desembarcad; alzad vuestros estandartes, y los hombres correrán a unirse a vuestra causa. Todos: señores grandes y pequeños, y también el pueblo llano. Pero no os demoréis demasiado, mi príncipe. Estas circunstancias no durarán. La marea que os levanta no tardará en retroceder. Aseguraos de llegar a Poniente antes de que caiga mi hermana y ocupe su lugar alguien más competente.
También de Arianne II de Vientos de Invierno:
—Stannis está demasiado lejos y no podría ayudarlo —dijo Arianne, meditabunda—. Una cosa es capturar unos cuantos castillos sin importancia mientras los señores y las guarniciones están peleando muy lejos, pero como lord Connington y su dragoncito se apoderen de una de las fortalezas más importantes…
—… el reino se los tendría que tomar en serio, sí —terminó ser Daemon—. Y muchos enemigos de los Lannister se agruparían bajo su estandarte.
Dorne es muy posible que se alíe con la Compañía Dorada, como ya hemos comentado. No se van a unir con Dany por la muerte de Quentyn y quieren vengarse de los Lannister. Los dornienses tienen ejércitos en el Sendahueso y el Paso del Príncipe.
También pueden conseguir más apoyos. Se les han unido ya lores menores de las Tierras de la Tormenta, como se ve en Arianne II de Vientos de Invierno:
En el Loco, Joss Hood supo que cincuenta hombres y mozos de Villallorosa, entre ellos el joven ser Addam, hijo y heredero del anciano lord Whitehead, habían partido al norte para unir fuerzas con Jon Connington en el Nido del Grifo.
Cuando la Compañía Dorada habla de amigos en el Dominio tenemos que nombrar a casas de Poniente que tradicionalmente han apoyado a los Fuegoscuro. Entre ellas vasallas de los Tyrell está los Ambrose, Costayne y Osgrey, los poderosos Yronwood de Dorne, los Smallwood de las Tierra de los Ríos y de las Tierras de Occidente Peake y Crakehall. Y parte de las casas Oakhart, Tarbeck, Butterwell y hasta Highwtower apoyaron la primera rebelión Fuegoscuro.
Para ganar aliados a su causa a la Compañía Dorada podría ayudarle tomar prisioneros. Sylva Pintas está en Estermont, Ronnet el Rojo podría valorar algunos que ya han tomado en su poder los mercenarios:
Aún quedaban grifos en el Nido: entre los prisioneros estaban Raymund, el hermano pequeño de Ronnet; su hermana Alynne, y Ronald Tormenta, su hijo bastardo, un muchacho de pelo rojo como las llamas; todos ellos rehenes muy útiles si Ronnet el Rojo volvía y trataba de recuperar el castillo que había robado su padre. Connington ordenó que los confinaran en la torre oeste y apostaran guardias en la puerta.
Si la Compañía Dorada ha tomado los Peldaños de Piedra, ahí hay más refuerzos como aliados o como prisioneros: Aurane Mares y/o Salladhor Saan y sus respectivas flotas. O, de su paso por Lys, Edric Tormenta. Y por si fuera poco, podría haber más traidores a los Tyrell, como el mismo Lord Tarly…