Como ya os hemos contado, George R.R. Martin se encuentra en Europa, dentro de su viaje de tres semanas este mes de agosto en las Islas Británicas. Ahora está en Dublín en la Worldcon que termina hoy, pero hemos conocido este fin de semana una entrevista al diario inglés The Guardian en que se sincera sobre sus sentimientos tras el final de Juego de Tronos. Vamos a resumirla.
George comienza confirmando lo que ya avanzó en Londres: que tras Vientos de Invierno sacará el cuarto Cuento de Dunk y Egg. Dice que si tuviera que pedir un deseo sería tiempo para poder hacer todos sus proyectos.
La entrevista no trataba sobre el final de Juego de Tronos, pero Martin explica que la serie acabara le ha quitado mucha presión. Sintió un gran agobio cuando quería sacar el siguiente libro antes de que la serie le adelantase, y esas prisas le perjudicaron a nivel personal y le ralentizaron. Ahora, aunque sigue habiendo estrés, ya puede seguir a su propio ritmo. Que acabara la producción ha sido liberador.
Repitió que a él no le afecta que haya habido críticas al final de la serie. Cita a Ricky Nelson: «ya que no puedes satisfacer a todo el mundo, quédate tú satisfecho». Piensa en esa misma línea cuando habla de Fuego y Sangre. Sabe que hay fans que solo quieren la siguiente entrega de Canción de hielo y fuego, pero que él quiere contar esas otras historias de Poniente, matrimonios y conflictos.
Cuenta de nuevo que jamás pensó que por lo extenso de su mundo Canción de hielo y fuego pudiera ser adaptada a serie de televisión, y es una ironía que se hiciera famoso por algo que parecía imposible. Para él Tyrion sigue siendo su Tyrion, no Peter Dinklage (aunque entiende que para los fans lo sea el actor) pues lleva escribiendo desde 1991 sobre él.
Alaba cómo los lectores mantuvieron el secreto de lo que pasaba en las novelas sin spoilear a los espectadores, citando como paradigma la Boda Roja. En lugar de arruinarles la trama, callaron y decidieron grabar sus reacciones. Explica encantado que es algo único en la historia de la televisión.
Cuenta que los tiempos han cambiado y que ya no se puede reunir con sus amigos de convenciones hace tantos años – la Brotherhood without Banners – como antes. Tampoco no puede pasearse por librerías – su pasión – sin ser reconocido y sus fiestas ahora son multitudinarias. Aunque sabemos que la Worldcon es un lugar especial para él.
De manera similar, no le gusta pasearse por foros de internet para ver teorías. No le gusta leer que hay fans que hayan descubierto cosas que van a pasar – o que no, pero que le pueden influenciar – pues teme que eso afecte a su escritura, pero aplaude que los fans debatan sobre su obra. Ya sabrán en un futuro si sus predicciones eran correctas.
Me alegro de todas las reacciones emocionales, sobre los libros o la serie, porque de eso trata la ficción: emoción. Si quieres hacer un argumento intelectual o convencer a alguien, escribe un ensayo o una pieza en un periódico, algo de no ficción. La ficción debe sentirse como si vivieras esas cosas mientras las lees o ves. Si estás tan distanciado que si un personaje muere no te importa, el autor ha fracasado.
Por último, el autor era preguntado sobre cuál era su escena favorita de las que ha escrito. Y no dijo ni la Boda Roja ni la muerte de Ned como esperaba el entrevistador, sino el discurso de Los Hombres Quebrados del septón Meribald en Festín de cuervos.