Muchos lectores de Los Siete Reinos estamos repasando La Casa del Dragón a una semana de su reestreno. Así que hoy traemos un texto obra de Adam Feldman, autor de entre otros muchos ensayos legendarios los de Desentrañando el Nudo de Meereen, alabados por George R.R. Martin, sobre uno de los momentos más polémicos de la 1ª temporada. Es la escena en que Rhaenys no ataca a los verdes en Pozo Dragón en el penúltimo episodio cuando les tiene a su merced montada en Meleys.

Defendiendo la acción de Rhaenys en Pozo Dragón en La Casa del Dragón

Creo que gran parte de las críticas sobre algunos de los desarrollos de La Casa del Dragón son totalmente válidos. Por ejemplo, que Alicent no comprenda las palabras finales de Viserys es demasiado conveniente. Echo de menos la escena del consejo verde en los libros. Y las muertes de civiles en manos de Rhaenys no están bien ejecutadas.

Sin embargo, gran parte del criticismo se ha centrado en la idea de que es un guion absolutamente ridículo e inexcusable que Rhaenys eligiera no calcinar a los verdes al final del penúltimo capítulo de la temporada. Y creo que este criticismo no es adecuado.

La razón clave es que nosotros sabemos que la Danza de los Dragones terminará siendo una guerra horrible que matará a la mayoría de los protagonistas, así como a miles de civiles. Pero en este momento, los personajes no saben que eso sucederá.

Rhaenys, la Reina que nunca fue, por Bella Bergolts

En el material original, en Fuego y Sangre, la mayor parte de los personajes aún creen que la guerra puede todavía ser evitada de cierta forma incluso cuando se sabe que Aegon ha sido coronado. Por ejemplo, los verdes mandan al Gran Maestre Orwyle a negociar. Tras ello, ambos bandos intentan alinear a la mayoría de casas a su lado para dejar claro que ganarán la guerra y el otro bando debe retirarse.

El primer combate actual de la guerra tiene lugar cuando Aemond mata a Lucerys, y en el texto original – y en la serie – queda claro que no estaba planeado, sino que sucedió en un momento de descontrol de Vhagar que no pudo impedir Aemond. De hecho, Otto y Alicent quedan horrorizados:

Aemond Targaryen, que desde entonces sería conocido por sus enemigos como Aemond el Matasangre, regresó a Desembarco del Rey, habiendo conseguido el apoyo de Bastión de Tormentas para su hermano Aegon y la enemistad eterna de la reina Rhaenyra. Si esperaba recibir la bienvenida de un héroe, quedaría decepcionado. La reina Alicent palideció al enterarse y gritó: «¡Que la Madre se apiade de todos nosotros!». Ser Otto tampoco se sintió complacido. «¿Cómo pudiste estar tan ciego habiendo perdido un solo ojo?», se dice que preguntó.

Vhagar y Aemond, Arrax y Luke Velaryon, por Sam Hogg

Y eso fue una batalla de dragón contra dragón en el aire. En tierra podría haber sido una masacre. La mayoría de los personajes no tienen en ese momento la mentalidad de «ey, matar a miembros de mi familia en una ejecución es lo que tiene que pasar». Y ciertamente Rhaenys, un personaje no conocido por su ansia de de sangre, carece de esa mentalidad.

Más aún, en la serie queda bien establecido que el personaje de Rhaenys tomaría esta decisión particular. Los episodios previos han dejado dos cosas claras: que aún lamenta la muerte de sus hijo Laenor y Laenar y que desprecia la lucha por el trono como algo sobrevalorado y absurdo. Así que hacer que saltara a quemar a todos los verdes habría sido un mal guion.

Ahora bien, las muertes de civiles en esta escena fueron mal ideadas. Quizás pueda ser visto como que los nobles no se preocupen del pueblo llano, pero si es así, no fue bien planteado. Los comentarios de los guionistas sugieren que no pensaron en esta materia y estaban más motivados por el espectáculo.

Pero sobre por qué Rhaenys no hace una barbacoa con los verdes, es por que ella no comprende aún, tras una vida de paz, lo mal que se pondrán las cosas. Nadie lo entiende, y esa es la tragedia de la Danza.

Adam en el ensayo no toca otros temas, como que ser un matasangre está maldito en Poniente y que aún quedaban verdes fuera de Pozo Dragón que podrían vengarse, como Aegon, y que contarían con el apoyo de Grandes Casas. Y que las consecuencias de la furia de tres dragones sin jinete, incluyendo el mayor y más poderoso, Vhagar, en ese mismo entorno, podrían ser muy complejas.

Os dejamos para este fin de semana con el análisis en vídeo del ensayo más célebre de Adam Feldman, el de Desentrañando el Nudo de Meereen, aunque también ha hecho grandes textos de Danza de Dragones de los arcos de Tyrion Lannister y de Jon Nieve, de los Martell y de Dorne, presagios de Bran como rey y su conexión con las ambiciones sureñas Stark.