Uno de los mayores jugadores del juego de tronos en Poniente es el príncipe de Dorne, Doran Martell. En este ensayo obra de EverythingM y publicado originalmente en Reddit se analiza cómo hay más detrás de él de lo que parece y su capacidad para manipular a las personas para conseguir sus objetivos.
Cómo Doran Martell manipula a la gente
La percepción de Doran Martell por parte del fandom de Canción de hielo y fuego parece ser similar a la que se tiene de él dentro de la saga. Es decir, viejo, frágil, indeciso, lento para responder y demasiado cauto.
Durante mucho tiempo he sentido que hay mucho más a propósito de Doran Martell de lo que se ve a simple vista y que va a jugar un rol mucho mayor en el futuro que el que muchos fans esperan. Adivino su impacto como uno a la par de Euron Greyjoy, alguien en que muchos fans coinciden en que va a jugar un rol clave en adelante. Un personaje de final de nivel, podíamos decir.
Aunque no estoy aquí para convenceros del todo en mi visión con respecto a Doran, quiero apuntar a un pequeño ejemplo que nos da una muestra de cómo el príncipe de Lanza del Sol opera. Espero que esto lleve a otros a encontrar ejemplos similares, dándonos una imagen más precisa y completa de Doran, sus motivaciones y participación en el juego de tronos.
Lo que estoy comentando viene del capítulo El caballero Manchado en Festín de cuervos. Veamos este pasaje.
Ser Arys olió el perfume de su cabello; sintió los latidos de su corazón cuando se apretó contra él. Su cuerpo empezaba a responder a la proximidad. Sin duda, ella también se estaba dando cuenta. Cuando le puso las manos en los hombros, advirtió que temblaba.
—¿Arianne? ¿Princesa mía? ¿Qué os pasa, mi amor?
—¿Es necesario que lo diga? Tengo miedo. Me llamáis mi amor, pero me rechazáis justo cuando más os necesito. ¿Tan mal está que quiera un caballero que vele por mí?
Nunca la había visto tan desvalida.
Después de que Ser Arys y Arianne hayan tenido sexo en el capítulo, Arianne inmediatamente empieza con su manipulación. Intenta unirle al plan para escapar con Myrcella y coronarle como reina.
Sabemos que era todo un gran teatro para que él hiciera su voluntad. Del primer capítulo de Arianne de Vientos de invierno:
Arianne echaba de menos a Ser Arys también, más de lo que ella podia pensar. Él me amó locamente, se dijo a sí mismo, pero yo nunca le tuve más que aprecio. Le usé en la cama y en mi trama, tomé su amor y honor, y no le di más que mi cuerpo.
Ser Arys, no precisamente un genio y sin haber estado con una mujer en años, cae rendido completamente, por supuesto. Una vez dicho eso, creo que puedo decir con un gran grado de certeza que las emociones mostradas en la cita anterior – el temblor, la frase “tengo miedo” – son solamente fingidas y sólo sirven para que Arianne parezca vulnerable, con el propósito de que Arys siga sus planes.
Ahora, comparemos esto que hemos descubierto con este pasaje del mismo capítulo, El caballero manchado:
—Nadie le hará ningún daño a Myrcella mientras yo viva.
—Noble juramento —replicó Doran Martell con un atisbo de son- risa—, pero solo sois un hombre. Tenía la esperanza de que encerrar a mis testarudas sobrinas contribuyera a calmar las aguas, pero lo único que hemos conseguido es que las cucarachas vuelvan a esconderse bajo las alfombras. Todas las noches los oigo susurrar mientras afilan los cuchillos.
«Tiene miedo —comprendió ser Arys en aquel momento—. ¡Pero si le están temblando las manos! El príncipe de Dorne está aterrado.» Se quedó sin palabras.
En un paralelismo muy directo con la escena de Arianne, aquí vemos a Doran temblando visiblemente. Aparece como alguien con miedo y aterrado frente a Ser Arys antes de anunciar sus intenciones de llevar a Myrcella con él a los Jardines del Agua.
Un movimiento que Ser Arys acepta a regañadientes. Del mismo capítulo:
—Como digáis. —Las palabras del príncipe le resonaban en la cabeza.
«Allí estará a salvo.» Pero entonces, ¿por qué le había dicho Doran Martell que no escribiera a Desembarco del Rey para contar lo del tras- lado? «Myrcella estará más segura si nadie sabe exactamente dónde se encuentra.» Ser Arys se había mostrado de acuerdo, aunque en realidad no tenía otra elección. Era caballero de la Guardia Real, pero, como había dicho el príncipe, solo era un hombre.
Doran estratégicamente usa su vulnerabilidad para convencer a Arys de que siga sus planes con respecto a Myrcella. De tal palo tal astilla, supongo. Y si podemos asumir que las emociones de Arianne son falsas, ¿quién puede decir que las de Doran no?
Además, se describe que las palabras del príncipe resuenan en la cabeza de Ser Arys. ¿Por qué es relevante? Bueno, el lenguaje aquí es muy similar al de un libro posterior, pero que sucede temporalmente casi a la vez: a Barristan hablando con Skahaz Cabeza Afeitada. De El Guardia de la Reina en Danza de Dragones:
—Por supuesto. Los sabios amos lo saben; sus amigos, también. La Arpía, Reznak, Hizdahr. Este rey abrirá las puertas de la ciudad cuando lleguen los volantinos. Todos los libertos de Daenerys volverán a conver- tirse en esclavos; incluso algunos que nunca lo fueron se verán cargados de cadenas. Podéis acabar vuestros días en las arenas de combate, viejo. Khrazz se comerá vuestro corazón.
—Hay que decírselo a Daenerys. —La cabeza iba a estallarle.
En ambas escenas tenemos a un miembro de la Guardia Real hablando con un gobernante extranjero que le está intentando convencer de peligros acechantes. Y que intenta que se una a su plan de acción.
En ambos casos lo que sucede preocupa a nuestro punto de vista Guardia Real, que nunca se alistó para este tipo de conspiraciones políticas y de ahí el dolor de cabeza. En ambos casos el punto de vista probablemente está siendo manipulado para actuar en contra de su mejor interés.
Parece haber un claro consenso en que Shakaz estaba de hecho mintiendo y manipulando a Barristan; y recuerdo leer acerca de esa «cabeza a punto de estallar» como evidencia del engaño. Si ese es el caso de Barristan, podía serlo también de su hermano juramentado.
Sé que esto es solo un punto pequeño pero creo que juega un papel en lo que creo que es un gran patrón de comportamiento de Doran. Sabemos de parte del propio hombre que toda esta forma de ser está en parte trabajada con el objetivo de distraer a sus enemigos.
De El Observador en Danza de Dragones:
No estoy ciego ni sordo. Sé que todas me consideráis débil, miedoso y cobarde. Vuestro padre sí que me conocía. Oberyn siempre fue la víbora: mortífero, peligroso, imprevisible… Nadie se habría atrevido a pisotearlo. Yo era la hierba: agradable, complaciente, de buen olor, mecido por cualquier brisa… ¿Quién tiene miedo de pisar la hierba? Pero es la hierba la que oculta a la víbora de sus enemigos y la protege hasta que ataca. Vuestro padre y yo trabajábamos más unidos de lo que creéis…, pero ya no está con nosotros. Solo queda una pregunta: ¿puedo confiar en que sus hijas me sirvan y acaten mis órdenes?
En resumen, en claro paralelismo con su hija Arianne manipulando a ser Arys Oakheart con su fingida vulnerabilidad, vemos a Doran emplear exactamente la misma táctica. El objetivo es también Ser Arys, para que acepte su plan de mover a Myrcella a los Jardines del Agua.
Esto nos abre una cuestión mayor a propósito de cuánto de la percibida debilidad de Doran es real. Y, frente a ello, cuánto es solo un acto con el propósito de manipular a los que están a su alrededor