
Como ya sabemos – pero llevamos años diciendo – Vientos de Invierno está cada vez más cerca y casi terminado: solo falta rematarlo, que no es tarea fácil. ¿Pero y si sucediera algo malo y George R.R. Martin no pudiera publicar Sueño de Primavera? George R.R. Martin no tiene un hijo dedicado a estudiar y preservar su obra como J.R.R. Tolkien con Christopher. Adam Whitehead, escritor inglés y amigo personal del autor de Canción de hielo y fuego, lo explicó hace años en Reddit. Y podemos estar tranquilos.
El artículo original en Reddit comenzaba diciendo:
Recuerdo leer en algún sitio que George había dicho que si él muriera querría que sus notas y trabajo sin publicar sobre Canción de hielo y fuego se abandonara o destruyera. Si estoy desinformado, decídmelo.
Y responde entonces Adam Whitehead:
Estás desinformado. George nunca ha dicho eso, a menos en la manera en que lo estás explicando. Robert Jordan sí solía decir mucho esto, incluso especificando que sus asistentes tenían órdenes de dar martillazos a su ordenador y derretir su disco duro y disquettes después, pero no fue fiel a eso hasta el final*. Estoy bastante seguro de que Martin y Jordan hablaron esto en alguna convención a finales de los 90, y es por eso por lo que este rumor puede haber sucedido.
*La saga de La Rueda del Tiempo fue terminada por Brandon Sanderon
Lo que George ha dicho es que si mañana le atropella un autobús, la gente estará jodida porque no tiene un esquema o un plan superdetallado de todo, debido a su estilo de escritura jardinero y no arquitecto. Tiene algunas notas y el grueso del final de la cabeza, y hay material que puede estar escrito y discutido con Daniel Abrahm – responsable de la adaptación del comic y que quería saber que material tenía que estar al 100% para el final – y los escritores de HBO. Pero GRRM no tiene un registro completo, paso a paso, de la historia desde donde está ahora hasta el final de la saga.

Así que eso es a lo que se refiere: si le cae un asteroide encima, no descubriremos todo lo que pasa, o si lo hacemos será en forma de notas desperdigadas y quizás no del todo coherentes. Si alguien intentara escribir un final a partir de ellas, sería principalmente fanfiction. Es lo que sucedió con los libros de Dune de Drank Herbert, en los cuales su hijo y Kevin J. Anderson encontraron notas desperdigadas y desorganizadas e intentaron escribir una duología conclusiva (y otras 20 precuelas y secuelas) y fue terrible, porque la mayoría eran un invento.
Lo que dijo también en una convención (posiblemente la Worldcon de 2012 o 2013) con una mirada sufriente, es que si estuviera en la misma situación de Robert Jordan, es decir, diagnosticado con una enfermedad terminal pero con varios años de aviso, entonces consideraría escribir un esquema muy detallado o incluso hablaría con otro escritor (conoce a unos cuantos). Pero tendría que ser en unas circunstancias muy específicas.
Para ser claro, George detesta profundamente las «secuelas por otras manos» escritas para sacar dinero, como los nuevos libros de Dune y las secuelas de las Crónicas de Ambar. A él le parece relativamente bien que la gente haga secuelas autorizadas usando notas originales o material con permiso del autor, ya que él mismo lo hizo con la antología Canciones de la Tierra Muerta (nunca traducidas al español), que fueron escritas con el permiso de Jack Vance, o publicar notas originales y materiales como lo que ha hecho Christopher Tolkien con la obra de su padre.

Viendo las palabras de Adam, los fans de Canción de hielo y fuego no debemos estar preocupados. En primer lugar, George R.R. Martin tiene a fecha actual, abril de 2020, una buena salud. Que le atropelle un coche o le caiga un rayo es tan probable como que le suceda a otro actor de cine, deportista, escritor famoso o cualquier celebridad; o incluso menos por su estilo de vida tranquilo en Santa Fe. En los últimos años ha cambiado su rutina alimentaria y pasa más tiempo relajado escribiendo en su casa refugio en las montañas a las afueras de la ciudad.
Todos somos conscientes de que George R.R. Martin tiene 71 años, pero ya ha explicado que el coronavirus no le ha afectado: de hecho está siendo más productivo y está concentrado en la escritura en su casa en las montañas que hemos mencionado. Desde Los Siete Reinos os podemos contar que llevaba ya tiempo en esta cabaña refugio antes de que empezara la crisis, terminando el libro.
El tercer factor que ayuda al optimismo, aunque pueda parecer lo contrario, es el final de la serie Juego de Tronos. El mismo autor lo consideró una liberación. Ya no está en el centro de la diana, ya no tiene la presión previa de que la serie le adelantara. El interés por él y la saga se ha reducido, lo cual le quita presión. Sabe que la serie ha contado un final, pero él quiere contar EL FINAL, como él mismo explicó. Y en Los Siete Reinos estamos seguros de que, más tarde o más temprano, gracias a George R.R. Martin lo podremos leer.