Los arcianos son sagrados en el Norte desde la época de los Hijos del Bosque

En el mundo fantástico de George R.R. Martin conviven una serie de creencias religiosas y de poderes mágicos que parecen íntimamente relacionados. ¿Cuál es su verdadera naturaleza? En este ensayo obra del gran Stefan Sasse publicado originalmente en Tower of the Hand lo exploramos.

Convertirse en dioses:  ensayo sobre magia y religión en Poniente

Melisandre by PatrickMcEvoy on DeviantArt
Melisandre by PatrickMcEvoy on DeviantArt

En el mundo de Canción de hielo y fuego varias religiones coexisten. Algunas lo hacen pacíficamente, como los antiguos dioses y los nuevos; mientras que otras muestran un agresivo sentido del excepcionalismo que no da lugar a otras creencias. El mundo que George R.R. Martin ha creado, sin embargo, es introducido esencialmente como uno en que la magia y las acciones divinas no tienen cabida. Es llamado superstición por parte de gente instruida, y aunque algunos pueden conceder que la magia pudo haber existido, pensar que puede dirigir las vidas de los hombres es descartado.

Ahora bien, mientras que la existencia de la propia magia parece estar atada a los dragones de alguna manera, la cuestión acerca de la existencia o no de los dioses no queda del todo clara. Esencialmente, tenemos tres credos principales en Poniente: los antiguos dioses, los Siete y R’hllor. Descubrir si alguno es real será el propósito de este ensayo.

En primer lugar, consideremos a R’hllor. Es una fuerza nueva en Poniente, y sus seguidores son capaces de invocar fuertes poderes. Tenemos conocimiento profundo de tres de estos seguidores: Thoros de Myr, Melisandre de Asshai y Moqorro. Son muy diferentes en su actitud frente a la fe, y puede haber una razón para ello. La más interesante diferencia la presenta Thoros frente al resto. Thoros llegó a Poniente en a era de Aerys, y descubrimos que el objetivo de su misión era intentar convertir al rey a la nueva fe, ya que el amor de Aerys por el fuego había llegado hasta Volantis.

Sin embargo, el propio Thoros dice que sus trucos mágicos de manipular el fuego no están a la altura de las técnicas del Gremio de Alquimistas. Sus poderes del Dios Rojo solo son ganados tras luchar contra la Montaña en las Tierras de los Ríos, y empezó a usarlos para Lord Beric. Por qué sus poderes despertaron, no lo sabe.

Thoros revive a Beric
El problema en el caso de Melisandre es que no sabemos casi nada previo al prólogo de Choque de Reyes, lo cual definitivamente tiene lugar tras la aparición del cometa rojo y el nacimiento de los dragones. Y esto es considerado normalmente como el despertar de la magia y su retorno al mundo. Aunque de manera interesante los Otros aparecieron antes de este evento por primera vez.

No es descabellado interpretar a los dragones y los poderes de R’hllor como el fuego y a los Otros como hielo. Los poderes de Melisandre y Moqorro parecen haber crecido en los últimos dos o tres años. No debería haber sido para ellos un evento súbito e inesperado como Thoros, sino una progresión natural, como potencialmente a otros seguidores de R’hlor.

Los regalos de R’hllor siempre tienen un airé mágico, pareciendo clásico fuego mágico de la típica fantasía de Dragones y Mazmorras, aunque por supuesto especiada con el toque de George R.R. Martin. La conclusión que podemos sacar de esto sería que la existencia de R’hllor como deidad es bastante cuestionable. Parece más bien que los poderes otorgados a sus seguidores son de naturaleza mágica y el único truco real es su acceso a ellos. “Único” es aquí la clave: sabemos por el capítulo de Melisandre en Danza de Dragones lo difícil de amaestrar que es este arte.

Leer las llamas y resucitar con el aliento de fuego podrían ser trucos que en teoría podrían ser aprendidos por otros, pero dado los grandes niveles de auto control y el largo entrenamiento necesario parece muy improbable que nadie los descubriera por accidente. Parece más probable que tras siglos de declinante magia, el arte se hiciera más y más formalizado y se transformara en una creencia, ya que los trucos reales no se podían hacer y quedaron reducidos a escrituras.

Melisandre by jezebel on DeviantArt
Melisandre by jezebel on DeviantArt

Probablemente los eruditos de la magia del fuego – si queremos llamarlo así – eran siempre conscientes de la existencia de otro poder, el helado de los Otros en el lejano norte de Poniente. Podría ser incluso que rechazaran ese continente como su hogar, lo cual podría explicar por qué no hay seguidores de R’hllor nativos en esa tierra.

Es más fácil desencriptar la Fe de los Siete. Hasta ahora, cualquier evento que transcienda el conocimiento y la experiencia ordinarias y estén conectadas a los Siete es inexistente. Así que no hay milagros, salvo los esfuerzos infructuosos de Baelor. Observemos entonces los orígenes de la religión.

Sabemos que la Fe vino del Mar Angosto de Andalia, la casa ancestral de los ándalos. Cuando Tyrion la cruza en sus primeros capítulos de Danza de Dragones encuentra restos de antiguas estatuas que muestran a los grandes y místicos reyes de los ándalos. Y estas tienen un extraña semejanza con las estatuas del Padre, por ejemplo. De esta pequeña información, el escenario más probable para mí es lo que llamaría el Escenario Romano: los ándalos veneraban a sus reyes ancestrales y se convirtieron en leyendas, como los antiguos romanos hicieron con los fundadores de la República y más tarde con los césares.

Mientras el tiempo avanzanba, las líneas entre historia y fe se hicieron más difusas. Esto es un evento común, especialmente en sociedades sin una ciencia histórica desarrollada (como algunas sociedades antes del fin de la Edad Media). En algún momento, los primeros reyes podrían haber sido reverenciadas como dioses, y más tarde unidas en el Padre. Quizás un rey especialmente combativo se convirtió en el Guerrero y alguna reina en alta estima subió a la posición de Madre.

El Gran Septo de Baelor

Con el tiempo los nombres desaparecieron pero las funciones continuaron, y los sacerdotes trabajaron para mantener el sistema más coherente. Esta aproximación a la Fe explica fácilmente por qué no hay milagros registrados de los Siete. Suya es la única creencia también que no está ligada a la Larga Noche o las fuentes mágicas del mundo.

Los ándalos tuvieron un evento clave en su historia que definiría su creencia cuando hace seis mil años decidieron invadir Poniente. De acuerdo a la leyenda, los Siete aparecieron ante ellos, marcando el origen de la religión, y les ordenaron fabricar barcos y navegar al oeste. Por ello los ándalos tallaron estrellas de siete puntas en sus escudos, algunos incluso en su piel, e hicieron como les dijeron, arrasando los reinos de los Primeros Hombres y haciendo a la Fe la religión dominante en Poniente.

Esto puede evocar el ascenso del cristianismo, como Constantino recibiendo inspiración divina antes de una batalla. El cristianismo ya tenía 200 años en ese momento, sin embargo, y la religión no sería codificada de manera similar a la actual hasta varios concilios en el siglo V.

Podría ser que la Fe evolucionara de manera similar en Andalia, con la veneración de las arquetípicas figuras más tarde conocidas como los Siete reemplazando antiguas creencias. Muy probablemente la nobleza de Andalia oficialmente aún seguía esa antigua religión sin nombre cuando los ándalos se enfrentaron a un peligro que les forzó a tomar medidas drásticas.

Cersei y Olenna en el Septo

Quien quiera que tomara la decisión de navegar sin retorno ciertamente necesitaría una buena motivación para su gente. Y ya que vas a quemar tus barcos al llegar, una decisiva declaración por esta nueva y quizás incluso popular religión, junto a una retórica como “Es una orden de los dioses” al estilo Moisés podría haber sido el caso. Los ándalos parecen haber sido los primeros en leer y escribir y por tanto registrar la historia de Poniente, así que sería fácil para ellos escribir este relato.

De manera contraria a los Siete, los antiguos dioses definitivamente derivan de fuentes mágicas. Se cuenta con bastante detalle en Danza de Dragones y requiere menos especulación. Cuando los hijos del bosque poblaban todo Poniente, eran capaces de dejar sus almas y mentes vagar en bestias, y más importante, plantas tras sus muertes, viviendo algo como una Segunda Vida como cambiapieles.

Los verdevidentes, raros incluso entre los cambiapieles, eran en cambio capaces de usar los árboles que poseían como periscopios a otras tierras. Cuando todo el continente estaba cubierto de densos bosques y había árboles corazón, esto prácticamente les daba la visión de todo lo que querían.

Cuando los Primeros Hombres llegaron a Poniente a través del Brazo de Dorne, que es ahora los Peldaños de Piedra y ya no ofrece una conexión física con Essos, hicieron sus tareas. Rápidamente aprendieron que los hijos del bosque, con quien entraron en guerra debido a las inevitables diferencias cuando los recién llegados tomaron tierras que no estaban del todo vacías, usaban los árboles corazón para algo mágico. Así que empezaron a talarlos. Por muy inteligente que fuera, esto también les garantizó el odio de los hijos del bosuqe, que a su vez desencadenaron sus habilidades mágicas.

bosque de dioses

Podría ser que usaran un gran ritual para destruir el Brazo de Dorne. Al menos es lo que nos dicen las historias. Podría ser también que esto fuera el resultado de una catástrofe natural, como la Maldición de Valyria. Lo que quiera que fuera, dejó una impresión que las gentes recordarían 8000 años más tarde. Después de que cierto tiempo pasaran, en que los Primeros hombres lucharon contra los hijos del bosque y les acorralaron, alguien con sentido común decidió que los bosques profundos no son en cualquier caso habitables y la tierra era lo suficientemente amplia como para que todos vivieran.

Éste fue el momento en que forjaron el pacto. Podría ser que los Primeros hombres perdieran su cultura originaria en la lucha, y quizás el evento que destruyó el Brazo de Dorne tenía alguna conexión con ella (sí, por ejemplo, los sacerdotes o chamanes se reunieron en un punto que fue barrido, por lo que su conocimiento se habría perdido en el proceso). Es un hecho registrado que cuando hicieron el pacto con los hijos del bosque que dividió Poniente, ellos también tomaron la fe en los antiguos dioses. Ahora bien, esto podría significar muchas cosas, teniendo en cuenta que nadie sabe exactamente nada antes de que los ándalos llegaran y empezar a escribir su historia. La historia más probable es la que sigue.

Durante el curso de la lucha con los hijos del bosque, que debio tomar una considerable cantidad de tiempo y ciertamente no se puede imaginar como una guerra continua sino como escaramuzas cuando ambos lados coincidían (no muy frecuentemente, juzgando por las áreas en que vivían y el número de hijos del bosque) debieron reconocer a los árboles corazón como algo más que una amenaza. Cómo exactamente esto llegó a suceder es difícil de imaginar.

Quizás algunos verdevidentes de los Primeros hombres fueron instruidos por hijos del bosque (a los Bailando con lobos) y volvieron a su pueblo con ese conocimiento. Quizás los poderes mágicos de los hijos convencieron a algunos de los Primeros hombres que su poder estaba enraizado en los árboles y podría ser accesible al ser venerado; y algunos wargs y chamanes, al alza en poder e influencia, usaron esto como ventaja. Recordemos los sacrificios de sangre de los que Bran es testigo en Invernalia, y que Davos sabe que tenían lugar en Puerto Blanco. Había seguramente rituales más oscuros en los siglos antes del reinado Targaryen, algo más que que “rezar en silencio y escuchar el viento entre las ramas”.

Bran y el Cuervo de tres ojos by Marc Simonetti©
Bran y el Cuervo de tres ojos by Marc Simonetti©

Esto parece, de hecho, el clásico caso de Nuevo Testamento reemplazando al Antiguo. Venerar a los antiguos dioses era algo sangriento en los días pasados, incluyendo sacrificios rituales de personas. En algún momento, quizás bajo la influencia de los ándalos (a quienes no le gustaban estas cosas), entró cada vez más en recesión. Quizás en primer lugar fueron reemplazados manteniendo el ritual pero desechando el sacrificio, y más tarde desarrollándose en la más o menos pacífica pero descuidada e individualista religión que es hoy.

De manera interesante, esta religión sería más fiel a sus raíces y a la verdad tras ella que sus primeras versiones. No sabemos cómo Cuervo de Sangre accedió a todo su conocimiento, pero claramente posee mucho. Quizás el mismo conocimiento fue conseguido, aunque de manera más difusa, por previos seguidores de los antiguos dioses.

Por tanto, podemos ver que las religiones en Canción de hielo y fuego son explicables sin la existencia de entidades divinas reales. Esto sucede en muchos mundos fantásticos, donde demonios y dioses ofrecen sus poderes a sus seguidores y luchan entre ellos por su influencia. En Canción de hielo y fuego, por otro lado, se ofrece una visión casi atea de la religión, o al menos agnóstica. Es complementada con la visión radical de los fieles de R’hllor y el ascenso de los Hijos del Guerrero tras la guerra.

Sin embargo, con la excepción de los poderes concedidos a los seguidores de R’hllor, no hay poderes entregados a los dioses que no puedan ser identificados por el lector como originarios de otras fuentes. Si solo puede haber un solo dios, como dice Melisandre, ella y R’hllor tienen muchas papeletas. Pero la mayor opción es que ninguna religión sea verdadera, y que otros poderes sean tratados de manera religiosa por ser un marco mejor entendible para las mentes de simples mortales.