Como sabréis, esta mañana hemos publicado que se han revelado las primeras páginas de The World of Ice and Fire. Bien, pues aquí os traemos la traducción de lo que se puede leer en ellas.
La primera que nos encontramos es el prefacio del autor, un maestre de la Ciudadela, que nos cuenta que el libro estaba destinado a Robert Baratheon, pero que será entregado al actual Rey de Poniente. Por lo tanto, esto nos confirma que, al igual que en el libro de mapas The Lands of Ice and Fire, lo que vemos, que amplía lo que ya sabemos de los libros, es lo que los maestres de la época conocen realmente.
Y ahora vamos a ver el resto de páginas:
La Edad del Amanecer
Nadie puede decir con certeza cuando empezó el mundo, pero eso no ha detenido a muchos maestres y hombres leídos en su búsqueda de la respuesta. ¿Tiene 40 mil años, como algunos sostienen, o se eleva a una cifra como 500 mil, o incluso más? No está escrito en ningún libro que conozcamos porque, en las primeras eras del mundo, en la Edad del Amanecer, los Primeros hombres era analfabetos.
Podemos estar seguros, sin embargo, de que el mundo era más primitivo – un lugar salvaje donde tribus vivían en la tierra sin el conocimiento del trabajo del metal o la doma de bestias. Lo poco que se conoce está contenido en los textos más antiguos: cuentos escritos por los ándalos, por los valyrios, los ghiscari e incluso de los pueblos de la distante y fabulosa Asshai. Pero incluso para esas razas alfabetizadas, no existían esos Niños durante la Edad del Amanecer. Así que es difícil encontrar algo cierto en esos cuentos, como buscar semillas entre paja.
Los archivos de la Ciudadela contienen una carta del Maestre Aemon en los primeros años del reinado de Aegon V en la cual se habla de un informe que escribió un explorador llamado Redwyn, escrito en los días del Rey Dorren Stark. En él se narra un viaje desde Punta Lorn a la Costa Helada, y se explica que el explorador y sus compañeros lucharon contra gigantes y comerciaron con los Niños del Bosque. La carta de Aemon explica que ha encontrado muchas referencias a estos hechos cuando examinaba los archivos de la Guardia en Castillo Negro, y los consideraba creíbles.
¿Qué podemos decir de forma precisa sobre la Edad del Amanecer? Las tierras del Este estaban llenas de diferentes gentes – sin civilizar, como todo el mundo estaba (sin civilizar) – pero numerosas. Pero en Poniente, desde las Tierras del Eterno Invierno a las costas del Mar del Verano, solo dos pueblos existían: los Niños del Bosque y la raza de criaturas conocidas como los Gigantes.
De los Gigantes de la Edad del Amanecer, poco y menos se puede decir, pues nadie ha reunido sus cuentos, sus leyendas o sus historias. Los Hombres de la Guardia dicen que los salvajes tienen cuentos sobre gigantes viviendo inquietos entre los Niños, yendo donde querían y tomando lo que deseaban. Todos los registros cuentan que eran enormes y poderosas criaturas, pero muy simples. Informes fiables de exploradores de la Guardia de la Noche, que fueron los últimos hombres en ver a los gigantes mientras estos aún vivían, explican que estaban cubiertos de un grueso pelo, en vez de ser simplemente hombres muy grandes como los cuentos narraban.
Hay evidencias considerables de entierros entre los Gigantes, como las recogidas en Los Pasajes de los Muertos, por el Maestre Kennet – un estudio de túmulos y tumbas en el Norte en su servicio en Invernalia durante el largo reinado de Cregan Stark. A partir de huesos que se han encontrado en el Norte y fueron enviados a la Ciudadela, algunos maestres estimaron que los gigantes más grandes pudieron llegar a medir catorce pies, aunque otros dicen que doce está más cerca de la verdad. Las historias de exploradores muertos hace mucho tiempo concuerdan en que los Gigantes no hacían casas o refugios, ni conocían más herramientas o armas que ramas que arrancaban de los árboles.
Los Gigantes no tenían reyes o señores. No hacían casas en cavernas o bajo altos árboles, ni trabajan el metal o los campos. Permanecieron como criaturas de la Edad del Amanecer mientras las edades pasaban ante ellos, los hombres se hacían más y más numerosos y los bosques eran domados y reducidos. Ahora los gigantes se han ido, incluso en las Tierras de Más Allá del Muro, y los últimos informes sobre ellos son de hace más de cien años. E incluso esos son dudosos: cuentos que exploradores de la Guardia podrían narrar junto a una hoguera.
Los Niños del Bosque eran, en cierta manera, lo opuesto a los Gigantes. Tan pequeños como niños pero morenos y hermosos, vivían en una manera que hoy llamaríamos vulgar, pero menos bárbara que la de los salvajes. No trabajaban el metal, pero eran artistas en el trabajo de la obsidiana (lo que los plebeyos llama vidriagón, mientras que los valyrios lo conocían por una palabra que significaba “fuego helado”) para hacer herramientas y armas para cazar. No tejían ropas pero eran habilidosos en hacer vestidos con hojas y corteza. Aprendieron a hacer arcos de madera de arciano y a construir trampas colgantes con hierbas, y ambos sexos cazaban con ellos.
Sus canciones y música se dicen que eran las más bella que han existido, pero qué cantaban no se recuerda salvo en pequeños fragmentos que han quedado de los días antiguos. Los Reyes del Invierno, o Las Leyendas y Linajes de los Stark de Invernalia, del Maestre Childer contienen una parte de una presunta balada que supuestamente contaba el momento en que Brandon el Constructor pidió ayuda a los Niños del Bosque para construir el Muro. Fue llevado a un sitio secreto a reunirse con ellos, pero al principio no podía entender su lenguaje, que describió como el sonido de una canción de piedras en un arroyo, el viento a través de las hojas, o la lluvia sobre el agua. La manera que Brandon aprendió a comprender el lenguaje de los Niños es un cuento en sí mismo, y no merece la pena repetirlo aquí. Pero parece claro que su lenguaje tenía su origen, o al menos estaba inspirado, en los sonidos que escuchaban cada día, y probablemente compartía mucha de su belleza.
Los dioses que los Niños adoraban eran aquellos sin nombre que algún día serían los dioses de los Primeros Hombres – los innumerables dioses de las corrientes, los bosques y las piedras. Fueron los Niños quienes tallaron los arcianos con caras, quizás para darle ojos a los dioses para que pudieran observar a sus fieles en sus devociones. Otros, con menos evidencias, dicen que los verdevidentes – los más sabios de los Niños – podían ver a través de los ojos de los rostros tallados de los arcianos. La supuesta prueba es el hecho de que los propios Primeros Hombres creían eso, de ahí que surgiera el miedo a que les estaban espiando desde los arcianos; lo que les impulsó a talar muchos de estos árboles tallados, para negar a los Niños esa ventaja. Pero los Primeros Hombres eran menos instruidos que los hombres de ahora, y creían en cosas que sus descendientes ya no creen: en Casado con el Mar: Registro de la Historia de Puerto Blanco desde sus primeros días, del Maestre Yorrick, se nos cuentan prácticas de sacrificios sangrientos a los Antiguos Dioses. Estos sacrificios persistían hasta hace incluso solo 500 años, de acuerdo a los predecesores del Maestre Yorrick en Puerto Blanco.
Esto no quiere decir que los verdevidentes no conocieran artes perdidas que pertenecen a altos misterios, como ver eventos que suceden a gran distancia o comunicarse a medio reino de distancia (como los Valyrios, que llegaron mucho tiempo después, harían). Pero quizás…
El Reinado de los Dragones
Braavos
…que mandaron enviados del Banco de Hierro a Valyria algunos años antes, para preparar el camino de lo que sería conocido como El Desvelo o Desenmascaramiento de Uthero. Los señores de dragones demostraron tener poco interés en los descendientes de los esclavos que habían escapado un siglo antes, y el Banco de Hierro pagó de forma generosa a los nietos de aquellos hombres cuyos barcos habían sido tomados por los fundadores para navegar lejos de allí (mientas se negó a pagar por el valor que tenían marcado los propios esclavos).
Por tanto se consiguió un acuerdo. El aniversario del Desvelo se celebra cada año en Braavos con diez días de festejos y bailes de máscaras – un festival como ningún otro en el mundo conocido, terminando la medianoche del décimo día, cuando el Titán ruge y decenas de miles de personas se quitan su máscara al mismo tiempo.
Pese a sus humildes orígenes, Braavos se ha convertido no solo en la más rica de las Ciudades Libres, sino la más impenetrable. Volantis puede tener sus Murallas Negras, pero Braavos tiene un muro de barcos como ninguna otra ciudad en el mundo posee. Lomas Pasolargo se maravilló ante el Titán de Braavos – la gran fortaleza de piedra y bronce que destaca en la entrada del lago – pero la verdadera maravilla es el Arsenal. Allí, una de las galeras de casco púrpura puede ser construida en un solo día. Todos los navíos se fabrican siguiendo el mismo diseño, por lo que las muchas partes de los barcos son preparadas con antelación, y los habilidosos carpinteros navales trabajan en diferentes secciones del barco simultáneamente para acelerar el trabajo. Organizar tal ejercicio de ingeniería es algo sin precedentes: uno solo tiene que observar la áspera y confusa construcción en los muelles de Antigua para ver la verdad de ello.
Sería una locura, sin embargo, no otorgar al Titán el crédito que se le debe. Con su orgullosa cabeza y sus fieros ojos observando a casi cuatrocientos pies sobre el mar, el Titán es una fortaleza como ninguna otra se ha visto antes, en la forma de un enorme gigante, alzado entre dos grandes rocas marinas. Las piernas del Titán y su torso inferior son de granito negro, originalmente arco de piedra natural, tallado y al que se le dio forma por tres generaciones de escultores y canteros y envuelto en una falda de bronce; sobre la cintura, el coloso es de bronce, con cáñamo verde teñido como pelo. Cuando se ve desde el mar por primera vez el Titán es una vista terrible. Sus ojos son grandes faros, iluminando el camino a los barcos que vuelven al lago. Dentro de su cuerpo de bronce hay pasillos y cámaras, con multitud de ranuras desde donde poder disparar flechas, para que cualquier barco que se atreva a forzar su pase sea destruido sin remedio. Los barcos enemigos pueden ser fácilmente dirigidos hacia las rocas por los vigilantes dentro del Titán, y piedras y jarrones ardientes pueden ser lanzados a cualquiera que intente cruzar entre las piernas del titán sin permiso. Esto ha sido raramente necesario: desde el Siglo de Sangre ningún enemigo ha sido tan temerario como para provocar la ira del Titán.
El Muro y Más Allá
Los Salvajes
Casa Austera fue una vez el único asentamiento remotamente parecido a una ciudad en las Tierras Más Allá del Muro, ocupando Punta Storrold y comandando un puerto de aguas profundas. Pero hace seiscientos años fue quemado y su gente destruida, aunque la Guardia no sabe decir con seguridad qué pasó. Algunos hablan de caníbales de Skagos que cayeron sobre ellos, otros que esclavistas del otro lado del Mar Angosto fueron los responsables. Las historias más extrañas, de un barco que la Guardia mandó a investigar, hablan de horribles gritos sobre las colinas de Casa Austera, donde ningún hombre o mujer vivo pudo ser encontrado.
Un registro fascinante de Casa Austera se puede encontrar en Casa Austera: Un registro de Tres Mil Años Más Allá del Muro entre Salvajes, Asaltantes y Brujas del Bosque por el Maestre Wyllis. Wyllis viajó a Casa Austera en un barco mercante de Pentos y se estableció allí como médico y consejero para poder escribir sobre sus costumbres. Tuvo la protección de Gorm El Lobo – un jefe de clan que compartía el control de Casa Austera con otros tres jefes. Cuando Gorm fue asesinado en una pelea en una borrachera, Wyllis se encontró en peligro mortal y volvió a Antigua. Allí fue donde finalizó su informe, solo para desaparecer un año después de que las caligrafías fueran terminadas. Se dice en la Ciudadela que se le vio por última vez en los muelles, buscando un barco que le llevara a Guardiaoriente del Mar.
Los hermanos Gendel y Gorne eran ambos Reyes de Más Allá del Muro hace tres mil años. Liderando sus huestes bajo la tierra entre un laberinto de cavernas subterráneas, pasaron bajo el Muro sin ser vistos para atacar el Norte. Gorne mató al Rey Stark en la batalla, pero fue muerto por el heredero del rey; mientras que Gendel y los salvajes restantes huyeron hacia las cavernas, sin volver a ser vistos jamás.
Entre los salvajes, se cuenta que Gendel y su gente se perdieron y quedaron atrapados en las cavernas donde todavía vagan hoy en día. Entre las historias de los exploradores, sin embargo, se dice que Gendel también fue asesinado, y que solo un puñado de sus seguidores sobrevivieron para huir de vuelta bajo tierra.
El Lord Cornudo les seguiría, mil (o quizás dos mil) años después. Su nombre se ha perdido, pero se dice que habría usado algún hechizo para pasar el Muro. Tras él, siglos después, vendría Bael el Bardo, cuyas canciones se cantan aún Más allá del Muro… pero hay dudas sobre si realmente existió o no. Los salvajes lo afirman y tienen muchas canciones con su nombre, pero las antiguas crónicas de Invernalia no dicen nada sobre él. Si esto es debido a las derrotas y humillaciones que produjo su visita (incluyendo, de acuerdo a una improbable historia, el desflorar a una doncella Stark dejándole embarazada) o porque nunca existió, no podemos saber con certeza.
El último Rey Más Allá del Muro que cruzó el Muro fue Raymun Barbarroja, que reunió a salvajes en el 212 o 213 DC. Aunque no fue hasta 226 cuando los salvajes cruzaron el muro escalando por cientos y miles a través de la pared de hielo y hasta el otro lado.
La hueste de Raymun se contaba por miles, en todos los registros, y lucharon hasta llegar a Lago Largo. Allí, Lord William Stark y el Gigante Borracho, Lord Harmond de la Casa Umber, plantaron sus ejércitos ante ellos. Con dos ejércitos rodeándole y el lago a su espalda, Barbarroja luchó y murió, pero no sin antes matar a Lord Willam.
Cuando la Guardia de la Noche apareció al final, liderada por su Lord Comandante Jack Musgood (llamado Alegre Jack antes de la invasión y Dumiente Jack desde entonces y para siempre) la batalla había finalizado y el enfadado Artos Stark (hermano del fallecido Lord William y considerado el más terrible guerrero de su época) le hizo a los hermanos negros enterrar a los muertos. Esa tarea, al menos, la hicieron admirablemente.
Esperemos que os haya gustado la traducción, aquí podéis ver todo lo que tenemos sobre The World of Ice and Fire.
Soys los mejores!!! Gracias por compartir siempre tanta información!!! <3
Ustedes para traducir son más rápidos que los personajes de la serie viajando del Muro a Desembarco.
Jajajaja
Pero no tan rapidos como los hombres del hierro para ir desde las islas de hierro hasta fuerte terror, jajaja.
Lo kiero, por favor k lo saquen en español, esto es una obra muy wena seguro
muchas gracias …. una genial lectura …. saludos
Muy bueno !! Con ganas de seguir leyendo mas, excelente trabajo !
Creo Casa Austera tendrá su importancia.
El resurgir de los Otros, origenes
Que ganas de que salga ya y traducido jaja, gracias por la traducción de estos fragmentos, realmente muy interesante.
Q buenos q son gracias por los adelantos 😉
Dios, todo esto se ve exquisito ya muero por tenerlo en mis manos, gracias por la traducción *_*.
jolín lo del Titán de Bravoos es tan similar al Coloso de Rodas, que parece una copia muy simple…pero me gusssta
muy bueno¡¡¡ me encanta esta pagina porque puedo leer y conocer gente que sabe igual o mas que yo. gracias a los que tradujeron
«esa tarea, al menos, la hicieron admirablemente»
Westeros trolling xD
GRACIAS por compartir esta traducción, son muy rápidos para traducir, ¿ustedes traducirán Vientos de invierno cuando salga?
De todos los escritos que han salido post-danza de dragones, éste es el que más llama mi atención pues parece que aportará más a vientos de invierno que el resto de los que han salido como «the princess and the queen», o el capítulo de «Mercy» me atrevo a decir. Contiene muy buen material para teorías en los foros, con tan poco publicado por cierto.
deberian actualizar hay mas paginas filtradas, pero tomense su tiempo que deben estar muy ocupados con una pagina tan genial.
Simplemente NECESITO este libro!
Por lo menos nos vuelven a dejar en claro que Casa Austera no es cualquier pueblucho abandonado…