El exponencial crecimiento en el último año del uso de la inteligencia artificial empieza a tener consecuencias. Una de ellas es que gracias a Hollywood Reporter hemos sabido que George R.R. Martin se ha unido a un grupo de escritores que ha demandado a OpenAI por utilizar sin permiso su textos y obras para crear la inteligencia artificial que se emplea en su aplicación ChatGPT.
El sindicato de autores estadounidenses inició la semana pasada una demanda conjunta contra OpenAI. Y a este gremio pertencen autores destacados como Jonathan Franzen, John Grisham, Jodi Picault y George R.R. Martin, que lideran esta reclamación judicial contra la compañía responsable de ChatGPT.
Los escritores argumentan que el uso de esta inteligencia artificial supone una violación a escala masiva y sistemática de los derechos de sus libros para potenciar un negocio comercial lucrativo. Afirman que no han recibido ningún ingreso por el uso que ChatGPT emplea de sus textos y que han sido obtenidas de bibliotecas ilegales online como Library Genesis, Z-Library y Bibliotik.
No es algo nuevo y por ejemplo grupos de artistas han denunciado a empresas generadoras de ilustraciones realizadas por IA como Stability o Midjourney por violar el copyright de sus imágenes para crear otras nuevas. En el caso de OpenAI, ellos afirman que entrenan su modelo de inteligencia con «bases de datos que incluyen material con derechos de autor», sin revelar cuales; pero está claro que en el caso de ChatGPT esa IA tiene cargada por completo la obra de Canción de hielo y fuego.
Veremos cómo termina este proceso judicial. Hace más de una década el sindicato de escritores estadounidense denunció a Google por emplear de forma similar sus textos de forma ilegal…y por aquel entonces los tribunales de EEUU dieron la razón al gigante tecnológico. En un entorno tan cambiante y volátil, no tenemos certezas.