Este verano en Los Siete Reinos hemos estado dos veces con George R.R. Martin: en Oxford y en la Worldcon en Glasgow, cuando incluso cenamos con él. Ya hablaremos del segundo más adelante: lo que vamos a hacer hoy es una crónica de la extraordinaria charla que dio GRRM en el Sheldonian Theatre de Oxford en que habló de fantasía, magia el avance de Canción de hielo y fuego y spinoffs de Juego de Tronos.
Oxford Writers’ House organizó el pasado 2 de agosto el primer encuentro de George R.R. Martin con fans desde la pandemia y su primera charla abierta al público en Europa desde 2019. Y como os habíamos avisado, en Los Siete Reinos estuvimos allí presentes.
Lo primero que hay que decir, y es algo que evidentemente corroboramos al cenar con él una semana después: George tiene una salud mental de hierro. Físicamente puede notarse que efectivamente tiene casi 76 años. Pero su cabeza va como un reloj.
Martin nunca había estado en Oxford antes y le hicieron un pequeño tour por enclaves míticos de la ciudad. De hecho la primera exclusiva que os podemos dar en Los Siete Reinos es que se emocionó «casi al borde de las lágrimas» cuando le enseñaron algunos manuscritos de Tolkien que no están disponibles al público, según nos confirmó el entorno más cercano de George con el que hablamos al acabar el evento.
La sesión originalmente iba a contar con Philip Pullman, pero por desgracia el autor de La Materia Oscura no estaba bien de salud. Así que en su lugar el evento se simplificó a menos de una hora de preguntas y respuestas a George R.R. Martin y una posterior y larguísima sesión de firmas.
La primera cuestión tuvo que ver con magia y ciencia y reglas de la magia. Sabemos que a Martin, como a Tolkien, le gusta la magia sutil y un mundo que dentro de la fantasía parezca realista.
Recordó su explicación sobre por qué los dragones tienen dos patas y dos alas e insistió mucho, hasta tres ocasiones, en que no le gustan los sistemas de magia como modelo de fantasía: les llamó «fake-science», ciencia falsa, alejada de la fantasía clásica. La magia debe ser incontrolable y las profecías, impredecibles.
Tras reiterar que el personaje que le da menos problemas para escribir es Tyrion y el que más Bran, entró en los desafíos de las adaptaciones literarias a series televisivas. Incidió en que son diferentes industrias y que los clásicos literarios son excelentes lecturas bestsellers. Nunca mejoran cuando un guionista o director moderno al adaptarleos quieren «mejorar» el original.
También se extendió sobre problemas que tienen obras antiguas y autores que pueden ser controvertidos como Dahl o Fleming. Está en contra de la cultura de la cancelación: no se debe promover sino reflexionar sobre el contexto. Puso como ejemplo de algo que le indignaba que se criticara el uso de la palabra «gordo» por ser ofensiva: él dice que es un adjetivo que se le podría aplicar y jamás pretendería censurar un texto con ese adjetivo.
Hablando de adaptaciones, insistió en las limitaciones presupuestarias. En sus primeras series de televisión a finales de los 80 recuerda un dilema que le planteó la cadena para la que escribía guiones: un capítulo debía tener o caballos o una representación de Stonehedge. Eligió lo segundo.
La pregunta que más eco ha causado es sobre lo que cambiaría sobre la Canción de hielo y fuego. Y fue claro: haber terminado la saga. Esta es la respuesta completa.
Gene Wolf, uno de lo más grandes escritores de fantasía escribió muchos grandes libros pero su clásico es La sombra del torturador, del cual tomé alguna lección. Pero lo que siempre envidié de Gene es que era muy práctico. Era escritor a tiempo parcial ya que también era editor de una revista técnica, Plant Engineering, que le pagaban un buen sueldo y con ese dinero compró su casa, envió a sus hijos a la universidad y apoyaba a su familia. En fin de semana y por la noche escribió sus libros…y él escribió los cuatro libros de su saga antes de enseñárselos a nadie. No los mandó a un editor ni quiso un contrato y una fecha de entrega antes de terminar los cuatro.
Por supuesto, para cuando había terminado el cuarto (iba a ser una trilogía) pudo ver cosas del primer libro que no le encajaban ya que la saga había evolucionado así que pudo volver y revisar el primer libro y solo cuando los cuatro estuvieron acabados entregó la saga para que fuera comprada y publicada.
No creo que esté solo cuando digo que envidio la libertad para hacer eso pero…no tenía otro sueldo, vivía enteramente del dinero que me daban mis historias y mis libros. A Gene esos cuatro libros le tomaron unos seis años, y yo no podía tomarme esos seis años sin sueldo, habría acabado de mendigo o algo así. Pero es algo muy liberador desde el punto de vista artístico si no te tenes que preocupar, si heredas mucho dinero, o un castillo, y puedes escribir toda tu saga sin preocuparte de fechas de entregas. Yo no tomo todo ese tiempo para escribir Vientos de Invierno solo porque me crea Gene Wolfe, me encantaría haberlo terminado hace años. Pero sí, eso es lo que gustaría cambiar.
Interrogado por consejo para escritores noveles, George les dijo que se preguntaran por qué quieren dedicarse a ello. Cuestiondo sobre ídolos literarios dijo que por supuesto Tolkien, además de que le causó un gran impacto, ademas de Robert Howard, Lovecraft, Shakespeare o Dickens.
Reincidió en lo difícil que es ser un escritor jardinero por los problemas que se generan en el desarrollo creativo. También en el precio de la fama: a Martin le gustaría ser rico pero no famoso, pues no puede ni ir a un restaurante sin que le hagan preguntas y ni llevar una vida sin ser importunado en público.
Por último, preguntado sobre si se podría en el futuro hacer una serie de animación sobre Canción de hielo y fuego, dijo que no le parecía probable porque los derechos de series y televisión sobre Poniente están en manos de HBO desde 2007. Y que ahora hay siete en desarrollo sin contar La Casa del Dragón y El caballero de los Siete Reinos. Tres son de acción real y cuatro de animación: la cifra no nos cuadra del todo, así que ya le dedicaremos un artículo en exclusiva en el futuro.
Tras ello hubo una sesión de firmas, en la que por supuesto participamos en Los Siete Reinos. Era solo un anticipo de la cena con él que tuvimos la semana siguiente en Glasgow en la Worldcon. Ya hablaremos en el futuro sobre ella.
Os dejamos con la charla completa gracias a Oxford Writers’ House. Fue una experiencia increíble que pudimos vivir gracias a vuestro apoyo. Los Siete Reinos no tendría sentido sin vosotros que estáis al otro lado de la pantalla. Os agradecemos de todo corazón que sigáis acompañándonos.