Hace algo más de medio año os presentamos un genial ensayo de Adam Whitehead explicando la historia de la creación de Canción de hielo y fuego. Hoy os traemos el texto complementario, también del mismo autor y publicado originalmente en el mismo lugar, The Wertzone, en que se explica no su creación sino la historia del éxito y cómo llegó a ser tan popular Canción de hielo y fuego.
La historia del éxito de Canción de hielo y fuego
La mayoría de obras que han causado seísmos en el campo de la fantasía lo hicieron casi de la noche a la mañana. Terry Pratchett se convirtió en un superventas solo un par de años después de que la primera novela fuera publicada. Los libros de Robert Jordan entraron en las listas de más vendidos casi al instante, como los de Terry Brooks. A Tolkien le costó una década o así, pero solo debido a la limitada publicidad y a que no había ediciones de tapa blanda de El señor de los anillos hasta mediados de los 60. Pero otras obras tardaron más en dejar su marca.
Una Trilogía en (algunas) Partes
George Raymond Richard Martin (nacido en 1948 en Bayonne, Nueva Jersey) era un bastante conocido escritor de ciencia ficción y horror a principios de los 90. Había publicado su primer relato en 1971, ganó su primer (de los cinco, hasta ahora) Hugo en 1975 y lanzó su primera novela en 1977. Su historia corta de 1980 Reyes de la Arena y su novela de vampiros de 1982 Sueño del Fevre fueron un éxito tanto de crítica como de ventas.
Sin embargo, su novela de 1983 The Armageddon Rag se estrelló espectacularmente en términos de ventas. Puso su carrera de escritor en vilo, pero una reunión con un productor interesado en hacer una película de The Armageddon Rag le llevó a una nueva carrera en Los Ángeles. Trabajó en las dos primeras temporadas de la relanzada Twilight Zone antes de convertirse en escritor, editor de guiones y productor de la serie La bella y la bestia. En 1987 su historia corta Nómadas nocturnos fue también adaptada a película.
La bella y la bestia terminó, de manera algo controvertida, en 1990 después de que los guionistas mataran a la protagonista Catherine, interpretada por Linda Hamilton. Esto llevó a la conclusión de que mientras que incluso Terminator no podía matar a Linda Hamilton, George R.R. Martin sí podía (algo erróneo, pues pues el productor de la serie era quien tenía la última palabra sobre quién moría). Las audiencias bajaron, los fans se enfadaron y la serie tuvo que cancelarse.
De vuelta en su casa en Santa Fe, Martin comenzó a escribir una novela de ciencia ficción denominada Avalon. Su carrera como escritor había revivido tras el lanzamiento de varias colecciones cortas y una nueva novela, combinación de relatos unidos en una narrativa cohesionada llamada Los viajes de Tuf. En 1987 Martin además había empezado a editar las Wild Cards, una serie de antologías de superhéroes escritas de manera colaborativa que fueron sido un gran éxito.
Tras varios meses trabajando en Avalon en el verano de 1991 Martin de repente tuvo una idea de una escena en que un joven iba con su padre a ver cómo un desertor era decapitado, tras lo cual se encontraba unos cachorros de lobo huargo en la nieve. Esta escena llevó a otras, y pronto la novela de ciencia ficción fue olvidada. Martin produjo unas 100 páginas y un mapa en esa historia de fantasía hasta que le llamaron de vuelta a Hollywood para trabajar en un proyecto de televisión llamado Doorways que nunca llegó a verse por pantalla.
Volviendo a su historia fantástica tras casi dos años fuera, Martin se dio cuenta de que estaba lleno de ideas y entusiasmo por ella. Tenía un título en mente, Canción de hielo y fuego, y una trilogía consistente en las novelas Juego de Tronos, Danza de Dragones y Vientos de Invierno.
Ese plan no sobrevivió al contacto con el procesador de textos.
Una Tormenta de Ventas
Martin vendió los derechos de su «trilogía» fantástica a editoriales norteamericanas y británicas en 1994 por unas sumas de dinero bastante impresionantes. Martin terminando su largo exilio de escribir novelas era en sí emocionante, pero además las editoriales estaban cautivadas ante el hecho de que un respetado y conocido autor escribiera por primera vez fantasía, sin mencionar el hecho de que los capítulos de prueba enviados eran muy interesantes.
En ambos lados del Atlántico se desplegaron estrategias similares para conseguir que los fans de la fantasía y los que compraban los libros para las librerías se emocionaran. En Estados Unidos todos los capítulos desde el punto de vista de Daenerys Targaryen se reunieron en una novela independiente llamada Sangre del Dragón. Esta novela corta ganó el primer Hugo de la saga en 1997. En Reino Unido Harper Collins sencillamente lanzó cerca de las 100 primeras páginas de la novela y las publicó como una obra independiente.
Juego de Tronos fue publicado en agosto de 1996, pero el primer trabajo de marketing no parecía haber tenido éxito. El libro vendió bien, pero ni mucho menos como las editoriales habían esperado. Había muchas reseñas positivas, pero algunas neutrales o negativas. En Reino Unido, la mayor revista de género, SFX, publicó un notoria reseña negativa en la cual, cuando Internet y su formidable poder de recomendaciones de libros estaba aún en pañales, pareció ahuyentar a algunos posibles lectores. En Estados Unidos el problema parecía más bien un mercado sobresaturado y una portada aunque bonita no convincente.
Por fortuna, las editoriales tenían fe en el libro. En EEUU relanzaron el libro con otro diseño de portada y lanzaron propaganda de gran peso. Anne McCaffrey, Janny Wurts, Katharine Kerr y Raymond E. Feist proporcionaron grandes impresiones pero fue el sonoro apoyo de Robert Jordan lo que tuvo el mayor impacto. Las ventas aumentaron mucho, acompañado de un creciente boca a oreja y la ayuda del naciente Internet.
Las ventas aumentaron de nuevo después de que Robert Silverberg publicara Legends, una antología que mostraba nuevas historias cortas ubicadas en los mundos más célebres de los principales escritores de fantasía. Martin contribuyó con una historia llamada El caballero errante. Los lectores compraron la antología por las contribuciones de Terry Pratchett, Robert Jordan o Stephen King, leían la de Martin y pasaron a comprar las novelas de Canción de hielo y fuego como resultado.
Combinado con el creciente boca a oreja y reseñas mejores (SFX le dio esta vez una valoración mucho más positivas) estos factores ayudaron a empujar a Choque de Reyes en la parte baja de la lista de libros más vendidos. En el año 2000 Tormenta de Espadas debutó como #11 en esa lista, antes de que Festín de cuervo y Danza de Dragones consiguieran el número 1 más adelante.
Danza de Retrasos
La escritura de los tres primeros libros de Canción de hielo y fuego tuvo lugar relativamente rápido. Las fechas de publicación (agosto de 1996, octubre de 1998 y julio del 2000) eran muy razonables, las ventas aumentaron rápidamente y las críticas eran cada vez mejores con cada novela nueva.
Sin embargo, Martin estaba lidiando con problemas estructurales detrás del telón. Había empezado la saga con múltiples personajes con un rango de edad de 3 a 14 años, planeando que en cada novela pasaran meses o años para que crecieran relativamente rápido. Pero para el final de la tercera novela menos de dos años habían pasado y los personajes estaba aún lejos de ser adultos.
Mientras escribía el tercer volumen de la saga, hizo un plan alternativo: dejaría la historia reposando cinco años y empezaría la cuarta novela con todo el «entrenamiento» y crecimiento habiendo pasado sin ser visto, permitiéndole volver a la narrativa haciendo que las cosas se movieran hacia una gran conclusión. Pero esto se volvió imposible de hacer, llevando a una enorme dependencia de flashbacks y exposiciones del pasado que enfangaban la novela.
En su lugar, rehizo ese material y reescribió el libro para que empezara inmediatamente después de Tormenta de Espadas. Seguir ese callejón a oscuras, apoyarse en lo escrito anteriormente y empezar de nuevo costó más de un año de trabajo en la novela. La decisión de hacer historias en que aparecieran de manera destacada Dorne y las islas del Hierro también complicó los eventos. Al final, el cuarto libro creció hasta niveles enormes y se pasó tanto de la fecha de entrega que una acción drástica era necesaria.
Tras la sugerencia de su amigo (más adelante convertido en un formidable talento dentro del género de fantasía) Daniel Abraham, Martin dividió la historia a la mitad según localizaciones. Los personajes en el sur de Poniente verían sus historias contadas en Festín de Cuervos, publicado en octubre de 2005; y los personajes restantes aparecerían en Danza de Dragones, que le seguiría, esperaba, un año más tarde.
Al final, Danza de Dragones no fue publicado hasta julio de 2011 tras pesadillas adicionales estructurales, constantes reescrituras y muchísimas críticas sobre ello en Internet.
Festín para Espectadores
Para cuando Festín de cuervos fue publicado, las ventas estimadas de la saga se creían que estaban en torno a 5 millones de libros. La saga era grande y las críticas muy buenas, suficiente para que el agente en Hollywood de Martin intentara atraer el interés de productores de cine y televisión.
A David Benioff, de moda en Hollywood por sus guiones rápidos y talentosos, le enviaron las novelas y quedó enganchado. Al igual que su amigo Dan Weiss, que estaba trabajando en la – abortada – película de Halo. Unieron fuerzas y sugirieron a Martin que llevaran el proyecto a la cadena favorita de Martin, HBO, los creadores de Los Soprano, The Wire, Deadwood y Roma.
El proyecto era enorme y ambicioso, y HBO dudaba, pues no estaba proyecto si era algo «propio» de la cadena. Lo cogieron de manera tentativa, pero ganaron confianza cuando otra adaptación de libros fuera de su zona de confort, el drama de vampiros True Blood, tuvo gran éxito. Incluso cuando casi se hundió varias veces (en la huelga de guionistas de Hollywood de 2007 y 2008 y tras un confuso y problemático piloto) la adaptación de televisión bajo el título de Juego de Tronos finalmente fue estrenada en abril de 2011 con un casi inmediato éxito.
El éxito de la serie de televisión aumentó las ventas de las novelas a enormes niveles. Más de nueve millones de libros fueron vendidos solamente entre 2011 y 2012. A finales de 2015, las ventas de la saga habían superado los 60 millones. Aunque entonces aún menos que La Rueda del Tiempo, el significativamente menor número de novelas significaba que Canción de hielo y fuego había superado cualquier otra saga de fantasía escrita por un autor vivo (excluyendo a J.K. Rowling) en términos de lectores reales.
NOTA: A día de hoy ha superado los 90 millones de libros vendidos.
Aunque esto era gratificante para Martin, también significaba que el número de lectores potencialmente emocionados esperando el sexto y (planeada) penúltima novela de la saga, Vientos de Invierno, había crecido masiva y exponencialmente. Sin embargo, la rápida producción de la serie de televisión también significó que momentos de la trama planeados para novelas posteriores aparecerían en televisión desde la quinta temporada, llevando al miedo de que la serie spoilearía los libros extensamente antes de que las novelas fueran terminadas.
Canción de hielo y fuego es la saga de fantasía épica más popular de la era moderna, pese a su status como incompleta y el enorme tiempo entre la publicación de sus volúmenes. Pero cómo ha afectado a la gente y su impacto en la dirección del género es una historia para otro día.